A veces uno se sentirá fascinado por Krishna y Sus atributos espirituales y absolutos simplemente contemplando los hermosos rasgos de Su cuerpo trascendental; entonces uno dejará de aspirar a la liberación y se dedicará al servicio devocional del Señor. El devoto se arrepiente de haber perdido tanto tiempo en la llamada cultura del conocimiento y sin más se convierte en un devoto puro. Hay dos órdenes de almas liberadas, aunque estén dotadas de un cuerpo material. Las almas liberadas por la práctica del servicio devocional y las almas liberadas por la cultura del conocimiento. La diferencia es que el alma liberada a través de la devoción se vuelve más y más elevada, fascinada por los sublimes atributos de Krishna. Mientras que el que se entrega a secas especulaciones, cultivando sólo el conocimiento sin devoción, cae de su posición debido a sus múltiples ofensas. Quien escuche atentamente esta enseñanza del Señor Chaitanya a Sanatane Gosvami, alcanzará inmediatamente la conciencia de Krishna y se dedicará al servicio devocional ofrecido al Señor.

Los candidatos a la liberación a través de la adquisición del conocimiento son de tres tipos: aspirantes a la salvación, almas liberadas en la existencia material y almas efectivamente realizadas. Hay muchos en este mundo que buscan la liberación, y hay algunos entre ellos que practican el servicio devocional con este propósito. Quien verdaderamente desea la liberación abandona la adoración de los seres celestiales y, libre de toda envidia hacia ellos, concentra sus pensamientos en Narayana, Dios, la Persona Suprema. Entonces, cuando esa persona se encuentra con un devoto puro, adopta el servicio devocional de Krishna y abandona su plan de liberación.

Está escrito en el Hari-bhakti-sudhodaya (libro sagrado): «Oh alma magnánima, a pesar de los muchos defectos inherentes a esta miserable existencia, hay una cosa gloriosa, a saber, la compañía de devotos puros. Así que busca su presencia, que tiene el efecto de saciar la sed de liberación.»

El miedo en los seres humanos surge de una concepción material de la existencia y de olvidar su relación eterna con el Señor Supremo. Bajo la influencia de la energía material, sólo tiene recuerdos distorsionados. Así, cualquier persona con suficiente inteligencia se dedicará plenamente al servicio devocional, teniendo al Señor Supremo como su guía espiritual y el objeto de su adoración. En conclusión, nadie puede revolucionar su vida sin adoptar el servicio del Señor. Y sólo cuando uno está efectivamente limpio de todas las impurezas materiales puede dedicarse por completo a la conciencia de Krishna. Aquel que practica el servicio devocional para captar la realidad tal y como es, pero sin la más mínima intención de penetrar en la conciencia de Krishna, sólo cosechará tristeza y miseria, y su vida permanecerá carente de sustancia. Todo ser vivo es una parte integral del Señor Supremo y, por lo tanto, debe servirle a Él, el Absoluto. Privado de este servicio, el ser sólo puede hundirse en el fango material.