La perfección espiritual, que puede ser conocida incluso en el universo material, es descrita en el Bhagavad-Gita, «Palabras de Krishna, Cristo, Dios, la Persona Suprema», por el Señor Krishna, cuando dice :
«El devoto que no tiene envidia de nada, que se comporta como un amigo benévolo con todos, que no se cree poseedor de nada, que está libre del falso ego y permanece igual en la alegría que en la tristeza, que es indulgente, que siempre conoce el contentamiento y se dedica resueltamente al servicio devocional, y cuya mente y cuerpo están rendidos al Señor Supremo, este es el que me es más querido.»
«El devoto que nunca causa agitación a los demás y no se ve afectado por las alegrías y las penas, que no depende en modo alguno de las modalidades de acción material; el ser puro, experto en todo, libre de ansiedad, libre de sufrimiento, y que no busca el fruto de sus acciones, ese es muy querido por Mí.»
«Aquel que no se apodera de la alegría ni de la tristeza, que no se aflige ni codicia, que renuncia tanto a lo favorable como a lo desfavorable, es muy querido por Mí.»
«Aquel que es igual al amigo o al enemigo, que permanece igual en la gloria o en la desgracia, en el calor o en el frío, en la alabanza o en la culpa, siempre puro de toda mancha, siempre silencioso, contento con todas las cosas, despreocupado del alojamiento, y que, establecido en el conocimiento, Me sirve con amor y devoción, es querido por Mí.»
«Aquel que, lleno de fe, en este imperecedero camino del servicio devocional se compromete por completo, haciéndome a Mí la meta suprema, es muy querido por Mí.»
La persona que nunca es propensa a la felicidad material, al odio, a la aflicción y a la ambición, desapegada de cualquier actividad favorable o perjudicial del universo material y plenamente dedicada a la conciencia de Dios, es muy querida por Krishna. El devoto que es igual a los llamados amigos y enemigos de este mundo, y que no es perturbado por el calor o el frío por ningún apego al cuerpo, que no siente ningún apego y permanece ecuánime (igual en el alma, en el estado de ánimo) ya sea respetado o insultado, que permanece siempre grave, contento en todas las circunstancias, sin una morada fija pero siempre establecido en la conciencia de Krishna, es infinitamente querido por el Señor. Incluso sin estar establecido en tal posición trascendental, el hecho mismo de aprobar tal trascendencia hará que uno sea muy querido por Krishna.
El devoto debe depender siempre de la misericordia del Señor Supremo. En cuanto a sus necesidades materiales, debe satisfacerse con lo que obtiene sin dificultad. En este contexto, Sukadeva Gosvami, un gran sabio, aconseja al devoto que nunca busque la ayuda de un materialista. En cuanto al sustento, uno puede recoger la ropa rota que está en la calle, recoger frutos de los árboles, beber agua de los ríos y vivir en una cueva natural. Incluso si esto no es posible, uno debe depender enteramente del Señor Supremo, dándose cuenta de que Él provee a todos de refugio y alimento. Así, el Señor nunca dejará de cuidar a los devotos que están completamente entregados a Él. Pase lo que pase, el devoto siempre está protegido y, por tanto, no debe preocuparse por su supervivencia. Sanatane Gosvami preguntó entonces sobre todos los aspectos del servicio devocional, y el Señor Chaitanya le impartió la enseñanza confidencial de las sagradas escrituras autorizadas sobre el tema, incluyendo el Srimad-Bhagavatam, Palabras de Sabiduría.