El Señor dice: «Nadie puede darme tanto placer con la especulación filosófica, el yoga o la austeridad como con la práctica del servicio devocional.»
El Señor es querido sólo por Sus devotos, y sólo a través del amor y el servicio devocional a Dios puede ser alcanzado. Aunque sea de la clase social más baja, el devoto queda automáticamente limpio de toda contaminación. El servicio devocional es el único camino hacia Dios, la Persona Suprema.
Esta es la única perfección reconocida por todas las escrituras védicas. Al igual que una persona miserable se vuelve feliz en cuanto recibe algún tesoro, la persona que se establece en la práctica del servicio devocional ve naturalmente cómo se desvanecen sus tormentos materiales. A medida que progresa en este camino, adquiere el amor a Dios y, desarrollándolo, se libera de toda esclavitud material. No pensemos, sin embargo, que la desaparición de la pobreza y la liberación es el fin del amor por Krishna. Más bien, es en el disfrute de este intercambio de servicio amoroso donde reside el amor por Dios, Krishna. Todos los textos védicos afirman que el acceso a esta relación de amor entre el ser vivo y el Señor Supremo es la razón de ser del servicio devocional. Nuestra verdadera ocupación es el servicio devocional, y nuestro objetivo final es el amor a Dios. Todas las escrituras védicas, las sagradas escrituras originales, tienen a Krishna como su centro último, ya que todos los problemas de la vida pueden ser resueltos a través del conocimiento de Krishna.
El Señor reveló entonces que los planetas del mundo espiritual, llamados Vaikunthas, y las galaxias de la manifestación material, el cosmos material, representan en realidad diferentes tipos de manifestaciones, al derivar de dos variedades diferentes de energía, la espiritual y la material. Krishna está plenamente establecido en su energía espiritual, o más concretamente en su poder interior. Dado que todo en la creación cósmica se basa en la Verdad Suprema y Absoluta, la manifestación creativa o manifestación de Visnu, los diversos seres celestiales y las manifestaciones de su energía, los seres vivos y los elementos materiales, todos dependen de Krishna, que encarna la Verdad Suprema. Krishna es el refugio supremo de todas las cosas. De ello se desprende que el conocimiento perfecto sólo puede adquirirse mediante el estudio analítico de Krishna.