Toda la existencia material es una cadena de reacciones, y de ahí surgen las nociones de pasado, presente y futuro. Esta cadena de causa y efecto no existe en el mundo espiritual, ni tampoco el ciclo de las seis fases materiales, nacimiento, crecimiento, estabilización, reproducción, deterioro y aniquilación. Allí la energía del Señor se manifiesta en su estado puro, sin ningún rastro de ilusión que ejerza su influencia en el cosmos material. El ambiente se caracteriza porque todos obedecen al Señor. No hay rivalidad; todos le reconocen como el Maestro Supremo y le sirven fielmente. El Señor es quien satisface las necesidades de todos los seres vivos. Por lo tanto, Él es el Maestro Supremo y todos están subordinados a Él.
Krishna reside en tres lugares espirituales, el más íntimo de los cuales es Goloka Vrindavana, donde vive con Su padre, madre y amigos, manifiesta diversas relaciones trascendentales y otorga Su compasión a Su entorno eterno. Allí, el poder interno de Krishna se convierte en Su siervo con el propósito de la danza amorosa. Así, los habitantes de Vrajabhoumi piensan: «El Señor es glorificado por las más mínimas manifestaciones de Su sublime gracia y afecto, y nosotros, los habitantes de Vrindavana, somos liberados de toda angustia por Su misericordiosa existencia».
Todos los Vaikunthas del mundo espiritual, llamados Vishnulokas, se encuentran bajo el planeta llamado Krishnaloka. En esta estrella, el Señor se deleita en éxtasis espiritual en muchas formas, y todas las excelencias de los Vaikunthas se manifiestan plenamente sólo en este planeta. El séquito de Krishna también está dotado de las seis excelencias. Las energías materiales y espirituales están separadas por las aguas del río Viraja, que emana del sudor del primer Avatar Supremo. En una de las orillas del Viraja se encuentra la naturaleza eterna, tan infinita como dichosa, y conocida como el mundo espiritual o Reino de Dios. Los planetas espirituales se llaman Vaikunthas porque allí no hay lamentos ni miedo, todo es eterno. Se estima que el mundo espiritual consiste en tres cuartos de las energías del Señor Supremo, mientras que el universo material es sólo un cuarto. Nadie puede aprehender lo que son estas tres cuartas partes, pues ni siquiera el universo temporal, que forma sólo una cuarta parte de las energías del Señor, puede describirse adecuadamente.
El Señor recibe el nombre de Tryadhishvara, en referencia a sus tres moradas principales, Gokula, Mathura y Dvaraka, donde reina la opulencia absoluta. Establecido en su poder trascendental, Krishna es el Maestro de estas tres moradas y de todas las energías espirituales, además de poseer las seis excelencias en su plenitud. Por eso todas las escrituras védicas proclaman que Él es Dios, la Persona Suprema. Todos los entretenimientos de Krishna se parecen a las actividades de los humanos. Por lo tanto, entendamos que Su forma es similar a la del hombre. En realidad, la forma humana sólo imita la suya. Con la flauta en la mano, Krishna aparece como un pastor en su mejor momento. Siempre juguetón, se entretiene como un niño común. El Señor original, el primero de los ancestros, guarda las vacas y satisface todos los deseos. Sus palacios están hechos de gemas espirituales rodeadas de millones de árboles a voluntad. Un número infinito de lakṣmīs y gopīs le sirven para siempre con gran reverencia y el más profundo afecto.