Krishna, Dios, la Persona Suprema, el Único Absoluto sin segundo, está en todas partes.
El Señor Supremo dice: «Realmente no hay nada que exista aparte de Mí, eso es lo que debes entender claramente».
«Mi reino supremo, ni el sol, ni la luna, ni la fuerza eléctrica lo iluminan. Para los que lo alcanzan, no hay retorno a este mundo».
«Este Universo está todo impregnado por Mí, en Mi forma no manifestada. Todos los seres están en Mí, pero Yo no estoy en ellos. Al mismo tiempo, nada de lo creado está en Mí. Vean mi poder sobrenatural. Yo sostengo a todos los seres, estoy presente en todas partes y, sin embargo, sigo siendo la fuente misma de toda la creación. Así como en el espacio etéreo se encuentra el poderoso viento, soplando por todas partes, así también, conoce que en Mí se encuentran todos los seres».
Krishna, el Señor Supremo, es el refugio y la morada de todo lo que existe. En Su cuerpo descansan todas las galaxias y viven todos los seres.
En verdad, nada existe fuera de Krishna, Dios, la Persona Suprema, ni hay nada separado de Él. En cierto sentido, puede decirse que no hay más existencia que la de Dios. Krishna se multiplica en el mundo espiritual a través de Su poder de dicha, y las manifestaciones de ese poder son todas idénticas a Él en lo absoluto. Aunque Krishna siempre disfruta de la compañía de las emanaciones de Su dichoso poder, Él es omnipresente.
Naturalmente, imaginamos el mundo espiritual en términos del universo que conocemos, con su sol, su luna, sus estrellas… Pero el mundo espiritual no necesita que el sol, la luna, el fuego o cualquier otra energía luminosa lo ilumine, pues es luminoso en sí mismo, ya está bañado en el resplandor que emana del cuerpo divino de Dios, la luz brillante que irradia el Cuerpo del Señor. Este reino, esta morada del Señor, a diferencia de los planetas materiales, es fácilmente accesible. Se llama Goloka, y el Señor Krishna nunca deja Goloka, Su reino, y sin embargo, desde donde estamos, podemos acercarnos a Él, porque Él elige manifestar en este mundo Su forma real, todo conocimiento, dicha y eternidad, precisamente para este propósito.
Desde Krishnaloka, o Goloka Vrindavana, el lugar supremo y original, planeta del Señor Supremo, emana la deslumbrante luz del mundo espiritual. En este resplandor se bañan los innumerables planetas espirituales, a los que el Señor enseña que quien llega a ellos nunca regresa al cosmos material. Allí no hay sufrimiento, ni nacimiento, ni enfermedad, ni vejez, ni muerte, que son típicos de todos los planetas materiales. Krishna, Dios, la Persona Suprema es el único Monarca de todo el reino espiritual, que es tres veces más grande que el cosmos material, y todos los seres que viven en él son conscientes de Él.