El Señor despliega un esplendor inconmensurable en el mundo espiritual. Él habita en cada uno de los innumerables Vaikunthas a través de Sus emanaciones plenarias y se rodea de Sus devotos liberados. En cuanto a los impersonalistas (que piensan que Dios no tiene forma) que aspiran a fundirse en Su existencia, se les concederá formar parte del resplandor, como chispas espirituales. No están en absoluto capacitados para vivir en compañía del Señor, ni siquiera en los Vaikunthas o en Goloka Vrindavana, la estrella suprema.
La visión espiritual pura es la que permite comprender que más allá del universo material se encuentra el mundo espiritual, una verdadera maravilla. En el mundo espiritual, el Señor y los seres vivos que viven allí se manifiestan en su condición original. Los seres espirituales que viven en el reino eterno de Krishna, Dios, la Persona Suprema, son verdaderamente almas eternamente liberadas, eternamente comprometidas en un intercambio de sentimientos espirituales mutuos con el Señor Supremo, a quien sirven con amor y devoción en Su reino eterno. Todos ellos son almas puras que viven en absoluta armonía con el Señor Supremo.
Los seres santos que se rinden a Krishna, Dios, la Persona Suprema y le sirven con amor y devoción, alcanzan los planetas espirituales, llamados Vaikunthas. En cada uno de estos planetas el Señor Supremo reina en su forma de Narayana, y las almas santas, incondicionadas por la materia, sirven allí al Señor con devoción en actitud de servicio, unidas a Él por una relación de amistad, afecto paternal o por un sentimiento amoroso. Las almas incondicionadas que viven en estos planetas disfrutan de la existencia en compañía del Señor en cualquiera de estas relaciones con total libertad. Todos estos planetas arrojan su propia luz, como el sol, y su resplandor constituye lo que se denomina resplandor. Este resplandor se extiende hasta el infinito, y el cosmos material no representa más que una ínfima parte de él, velada por un velo temporal, de ahí su carácter ilusorio. Esta es la máxima perfección de la existencia.
Sólo los seres puros, por estar totalmente libres de la acción interesada, la especulación intelectual y sus secuelas, pueden conocer el Nombre, la forma y las actividades espirituales y absolutas del Señor. Estos seres puros no esperan nada para sí mismos a cambio de su servicio al Señor. Sin reservas ni interrupciones, siguen sirviéndole espontáneamente. Aquellos que sirven a Krishna con amor y devoción, sus devotos, a través de su misericordia, pueden entrar en las misteriosas regiones de la trascendencia. El Señor guía personalmente a Su devoto puro en el camino de la realización espiritual, y esto se debe al compromiso constante del devoto en Su servicio amoroso por afecto espontáneo hacia Él. Este es el secreto para entrar en el reino de Dios.
Más allá de los límites del cosmos material está el mundo espiritual con sus muchos planetas eternos, incluyendo el supremo, Kṛiṣhṇaloka, donde mora Krishna. Al Señor se le da el nombre de Tryadhishvara, en referencia a Sus tres moradas principales, Gokula, Mathura y Dvaraka, donde reina la opulencia absoluta.