Dios, la Persona Suprema, es el maestro absoluto que domina a todos los maestros, hasta a los de otros planetas. Todos son sus subordinados. Los poderes especiales que algunos seres pueden poseer ellos solo los poseen por su voluntad.

Los seres celestiales lo veneran y le deben lealtad. Él domina a todos los dirigentes y maestros en el orden material y todos deben adorarlo. Nadie es superior a Él, ni siquiera igual y es la causa de todas las causas. No posee cuerpo material como un hombre normal.

Dios tiene un cuerpo original, primordial totalmente espiritual. No hay ninguna diferencia entre su cuerpo espiritual y su Alma, porque Él es absoluto. Todos sus sentidos son perfectamente espirituales y cada uno de los órganos de sus sentidos puede cumplir las funciones de cualquiera. Sus poderes son infinitos y, naturalmente, la sucesión de sus elevadas acciones no tiene fin.

Los planetas espirituales.

El Señor retoma, pues, Sus enseñanzas explicando la situación de los diferentes planetas celestiales que pueblan el mundo espiritual. Los universos de la Creación material tienen dimensiones limitadas, pero los planetas celestes por su naturaleza espiritual, se extienden hasta el infinito. Así precisa el Señor que cada uno de ellos cubre millones o incluso millardos de kilómetros. Nadie podría medir su extensión. Todos sus habitantes están dotados de seis excelencias: riqueza, fuerza, saber, belleza, renombre y renuncia. En cada uno de estos planetas, reside eternamente una emanación diferente de Krishna, el Señor Supremo. El mismo Krishna posee su propia morada original, eterna que se llama Krishnaloka o Goloka Vrindavane.

Se califica de Vaikounthas a los planetas espirituales porque allí no existe la lamentación ni el miedo: todo es eterno. Se estima que el mundo espiritual está compuesto por tres cuartos de las energías del Señor Supremo, mientras que el universo material solo representa un cuarto. Nadie puede saber lo que incluyen esos tres cuartos, porque ni siquiera el universo personal – que solo forma un cuarto de las energías del Señor – se puede describir de forma adecuada.

El universo material en su totalidad se denomina Devidhama; más allá se encuentra el Shivadhama donde Shiva y su esposa Parvati residen eternamente. Más allá de este sistema planetario se descubre el mundo espiritual en los innumerables planetas inmateriales llamados Vaikountha. Más allá se encuentra el planeta de Krishna: Goloka. La palabra goloka significa «planeta de las vacas». Como Krishna ama especialmente a las vacas, Su morada lleva el nombre de Goloka. Goloka es más grande que todos los planetas materiales y espirituales juntos.

El Señor confirma en la Bhagavad-gita: «Mi Morada soberana es un reino espiritual y absoluto de donde ya no se vuelve al mundo material. Cualquiera alcanza la perfección suprema, ocupado en servirme personalmente con devoción en esta