cuando el ser distinto se libera obtiene un cuerpo espiritual por la gracia de Dios, la Persona Suprema.
Pero en el mundo espiritual, no se produce ningún cambio porque los cuerpos de los seres no son materiales. Las etapas que atraviesa el ser en el universo material son seis: el nacimiento, el crecimiento, la estabilización, la reproducción, el declive y la muerte. Esos son los cambios relacionados con el cuerpo material. En el mundo espiritual, el cuerpo, que también es espiritual, no cambia: allí no existe la vejez, el nacimiento o la muerte. Todo se encuentra en la unidad. Pero en el mundo espiritual todos forman Una sola persona con el Señor y quedan liberados para siempre.
La eternidad del Universo antimateria o universo espiritual.
Igual que las energías materiales constituyen el mundo material, la energía viva, superior, espiritual constituye el universo antimateria. Este Universo está poblado de seres antimateria, espirituales. Allí no hay nada que sea materia inerte; todo es principio vivo y el ser más elevado es Dios en Persona. Los habitantes del mundo espiritual (antimateria) poseen la vida eterna, el saber eterno y la felicidad eterna. En otras palabras, tienen todos los atributos de Dios.
El mundo espiritual no tiene pasado ni futuro porque el tiempo allí no se conoce. Sus habitantes tienen carnación azul, amarilla, roja y blanca.
La creación material
El Señor Krishna precisa: al final de una era, todas las creaciones materiales vuelven a Mí y al principio de la era siguiente vuelvo a crear gracias a Mi poder.
La creación, el sostén y la destrucción del universo material dependen totalmente de la voluntad suprema de Dios. La expresión «al final de una era» en nuestro versículo significa «tras la muerte de Brahma». La duración de la vida de Brahma es de cien años, cien años de los que cada día equivale a 4.320.000.000 de nuestros años terrestres y otros tantos cada noche. Sus meses cuentan con treinta de esos días y esas noches, sus años doce de esos meses. Y después de cien de estos años, tras la muerte de Brahma llega la devastación o destrucción del universo material y esto significa que la energía que desprende el Señor Supremo en el momento de la creación desaparece en Él. Cuando después resulta necesario manifestar de nuevo la creación material, solo interviene la voluntad del Señor. «Yo soy Uno pero Me multiplicaré», ese es el aforismo védico. Por tanto, Dios Se multiplica a través de la energía material y provoca de nuevo la manifestación cósmica.
Todo el Universo material está bajo Mis órdenes. Por Mi voluntad, cada vez se manifiesta de nuevo y es siempre por ella que al final este se extermina.
Ya lo hemos explicado muchas veces: la materia no es más que la manifestación de la energía inferior de Dios, la Persona Suprema. En el momento de la creación, la energía material «se pone en libertad» como mahat-tattava donde entra el Señor