está oculto por el velo de maya, lo Absoluto toma el nombre de «materia» pero esta recupera su cualidad espiritual en cuanto vuelve a ponerse al servicio de la Verdad Absoluta, Dios. La consciencia de Krishna no es otra que el medio para convertir en consciencia espiritual y absoluta nuestra consciencia presente que está atrapada en la ilusión. Recuperar esta consciencia absoluta de Krishna, absorber su mente, esa es la verdadera meditación. Todo acto realizado en esta consciencia es un sacrificio ofrecido al Absoluto, la Persona Suprema y el autor, la ofrenda, la consumación, el oficiante y los frutos del sacrificio forman un Uno solo con el Absoluto, el Ser Espiritual Supremo. Esa es la senda de la consciencia de Krishna.

El hombre plenamente absorbido en la consciencia de Krishna, Dios, está seguro de alcanzar el reino eterno porque todos sus actos son puramente espirituales. ¿Qué es la consciencia de Dios y cuál es su senda?

El Señor es puramente espiritual igual que el brillo que emana de Su cuerpo absoluto, el brahmajyoti. Pero todo lo que existe se encuentra en ese brahmajyoti. Lo que se denomina «materia» participa siempre de la misma sustancia (jyoti) pero esta vez cubierta por el velo de la ilusión (maya). La consciencia de Krishna romper ese velo puede en un instante. Entonces la ofrenda, el que la hace, el rito de la ofrenda, el oficiante y el fruto del sacrificio están reunidos y son espirituales, absolutos. Cuando está oculto por el velo de maya, lo Absoluto toma el nombre de «materia» pero esta recupera su cualidad espiritual en cuanto vuelve a ponerse al servicio de la Verdad Absoluta, Dios. La consciencia de Krishna no es otra que el medio para convertir en consciencia espiritual y absoluta nuestra consciencia presente que está atrapada en la ilusión. Recuperar esta consciencia absoluta de Krishna, absorber su mente, esa es la verdadera meditación. Todo acto realizado en esta consciencia es un sacrificio ofrecido al Absoluto, la Persona Suprema y el autor, la ofrenda, la consumación, el oficiante y los frutos del sacrificio forman un Uno solo con el Absoluto, el Ser Espiritual Supremo. Esa es la senda de la consciencia de Krishna.

Los ignorantes, los incrédulos, los ateos, que dudan de las Escrituras sagradas no pueden llegar a ser conscientes de Dios. Para aquel que duda no hay felicidad en esta vida, en este mundo, ni en la siguiente.

Las palabras de Dios son las más preciosas de todas las Escrituras reveladas. Pero algunas, más cercanas al animal que al hombre, no tienen ninguna fe en las Escrituras santas y ninguna conoce los principios que estas revelan. A veces incluso las conocen pero no son capaces de citar pasajes de estas. En verdad, no dan a estas enseñanzas ninguna validez. O incluso tienen fe en las Escrituras, en la ciencia de Dios, por ejemplo, pero no reconocen ni adoran a Dios, Sri Krishna. Además no hay nadie entre ellos que llegue a seguir hasta el final los principios de la consciencia de Krishna si es que los adopta algún día. Todos tendrán que volver a la vida material.

Los que ponen continuamente en duda las Escrituras nunca progresarán espiritualmente. En cuanto a los que rechazan a Dios y Sus enseñanzas, nunca encontrarán la felicidad en esta vida ni en las otras. No conocerán nunca la verdadera