La Ciencia Espiritual Pura
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Hay que estar contentos con la felicidad de los demás y tristes con sus sufrimientos. Tenemos que dar pruebas de compasión ante todos los seres vivos sin excepción, los seres humanos, los animales y los vegetales. Son cuerpos de materia que tienen alma, que no es otra que el hijo de Dios.

En verdad, hay dos tipos de energía, una material y otra espiritual. Las dos existen por siempre porque son emanaciones de la verdad eterna, el Señor Supremo, Dios.

Dado que el alma individual encarnada siente desde tiempos inmemoriales el deseo de actuar olvidando su identidad original, acepta diferentes situaciones en cuerpos materiales diferentes y se le atribuyen diversas denominaciones que corresponden a las innumerables naciones, comunidades, grupos sociales, especies, que ella asume durante cada una de sus encarnaciones.

Las divisiones que resultan de generalizaciones y distinciones como la nacionalidad y la individualidad son fruto de la imaginación de personas que apenas han avanzado en el ámbito del conocimiento. Hoy podemos ser franceses y haber sido sudamericanos en nuestra vida anterior y en la próxima quizás seamos asiáticos o nos reencarnaremos en otro planeta, o incluso otra galaxia porque la tierra no es el único planeta habitado. Como alma espiritual formamos parte de la energía espiritual y por eso no somos de este mundo material. Procedemos del mundo espiritual y tenemos que volver a él.

¿Qué entendemos por encadenamiento a la existencia material?

La energía que Dios utilizó para crear el universo material es el origen de la naturaleza material. Esta última tiene un poder tal que sumerge al hombre en el olvido de su pasado y de su verdadera identidad desde que nace. Al sufrir la influencia de los atributos de la naturaleza material, la pasión y la ignorancia, el hombre cree que es el cuerpo. La concepción corporal de la existencia es la causa fundamental de la ignorancia.

Desde entonces, todo lo que se asocia a su cuerpo, cónyuge, hijos, casa, bienes materiales, riquezas, poder, opulencia, placer de los sentidos, aunque sean efímeros y causas de temores, ilusiones, pena y miseria, lo obliga a conocer los cuatro tipos de sufrimiento que representan el nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte sin fin y a sufrir continuamente las consecuencias de sus actos a través de los sufrimientos que estos entrañan. El encadenamiento a la existencia es todo eso, mientras que la liberación implica dejarlo todo por Dios.

Consejo de Krishna, Dios, la Persona Suprema.

«Inmersos en la violencia de la existencia condicionada, cada uno de vosotros debe comprender que todas las cosas materiales tienen un principio, un periodo de crecimiento, otro de estabilización, después viene la expansión, el declive y el final. Todo cuerpo material está sujeto a esas seis condiciones, y toda adquisición relativa a

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