posible acceder al servicio de amor trascendental ofrecido al Señor y, así, convertirse en un alma liberada, incluso en el cuerpo material.

No hay resurrección de los cuerpos.

La resurrección de los muertos corresponde, en verdad, a la reaparición del cuerpo glorioso, incorruptible y espiritual que teníamos desde el origen y que perdimos al entrar en este mundo material y, sobre todo, al encarnarnos en un cuerpo material.

No hay resurrección de los cuerpos, es una mentira.

Por el contrario, quienes se vuelven al Padre Eterno, lo aman, se abandonan a él, le obedecen, hacen su voluntad y lo sirven con amor y devoción sin descanso recuperarán al morir su envoltura material, su cuerpo espiritual, que conservarán para siempre gracias a lo cual podrán entrar en el reino de Dios y vivir junto a él.

Esa es la auténtica resurrección.

En verdad, a los seres que siempre están absorbidos en la Consciencia de Krishna, en el servicio de devoción puro, en el momento de la muerte se les da la oportunidad de lograr la compañía de Krishna en uno de los universos del mundo material porque las Distracciones de Krishna tienen lugar sin cesar en este universo o en otro.

Pero los que practican el servicio de amor y devoción que dedican a Dios con éxito van directamente al mundo espiritual – después de haber dejado el cuerpo material – para establecerse en uno de los planetas Vaikunthas. Los habitantes de Vrndavana son todos puros bhaktas. Su destino es Krsnaloka. De esa forma, se elevan incluso más allá de los Vaikunthalokas. En verdad, a los seres que siempre están absorbidos en la consciencia de Krishna, en el servicio de devoción pura, se les concede en el instante de la muerte lograr la compañía de Krishna en uno de los universos del mundo material porque las Distracciones de Krishna tienen lugar sin cesar en este universo o en otro. Igual que el sol extiende su luz por turnos en todos los lugares de nuestro planeta, la Krishna-lila o el Advenimiento y las Distracciones sublimes de Krishna, se manifiesta de forma continua en nuestro universo o en otro. Los devotos que llegan a la madurez, tras haber alcanzado la perfección de la consciencia de Krishna, en cuanto dejan el cuerpo material son transferidos al universo, sea cual fuere, donde Krsna aparece. Allí consiguen su primera oportunidad de vivir en la compañía personal directa del Señor. Esta «formación» podemos verla en la Vrndavana-lila de Krishna en nuestro planeta. Así, Krishna revela a los habitantes de Vrndavana el verdadero aspecto de los planetas Vaikunthas para que puedan conocer su destino. Cuando Krishna desvela Sus Distracciones sublimes en cualquier universo material, lo acompañan no solo Sus compañeros eternos, sino también los que acaban de ser liberados de la existencia material y se han elevado a ese grado.

Más allá del universo material, en la «atmósfera» Vaikuntha, todos los seres gozan de un conocimiento pleno. Allí, en los Vaikunthalokas o en Krishnaloka, todos sin distinción se absorben en el servicio de devoción ofrecido al Señor.