La Ciencia Espiritual Pura
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Las almas encarnadas y condicionadas se han puesto en contacto con la energía material de su propio jefe impulsadas por un violento deseo de dominar los diferentes recursos y saborear el sentimiento ilusorio de ser dueños de todo lo que les rodea. Cada cual busca así convertirse en Dios y todos esos dioses de pacotilla se enfrentan con ardor los unos con los otros. Estos son los que se denominan seres demoníacos de manera general. Cuando llegan a ser demasiado numerosos, este mundo toma la apariencia de infierno para los devotos del Señor. La masa de los hombres naturalmente consagrados al Señor y con ellos los puros servidores, las puras servidoras de Dios y los habitantes de los planetas superiores ruegan a Dios que acuda en su ayuda.

Para satisfacer sus ruegos, el Señor baja en persona de su reino o envía a uno de Sus devotos para que la sociedad humana quede relevada de la condición de alguien venido a menos.

Estos descienden a diferentes planetas de este universo por orden del Señor para hacer el papel de mesías.

La Tierra y sus habitantes humanos se encuentran en el inicio de los mundos intermedios mientras que Brahma y sus semejantes viven en los planetas superiores donde el más elevado es Satyaloka. Los habitantes de este último dominan perfectamente la sabiduría espiritual de forma que para ellos la nube mística de la energía material se disipa. Por esta razón, se les llama seres celestes personificados. Plenamente iniciados en el saber material y espiritual, no buscan ningún interés personal ni en los mundos material o espiritual. Prácticamente se les puede calificar como santos sin deseos porque no tienen nada que conseguir en el universo material y encuentran en ellos mismos su plenitud en el mundo espiritual. ¿Por qué entonces vienen aquí abajo?

La respuesta es que bajan a diferentes planetas de este universo por orden del Señor Supremo para cubrir el papel de mesías y liberar a las almas venidas a menos. En la tierra, aparecen en diferentes lugares y en diversas circunstancias, con diferentes climas hacen el bien a los hombres. Pero, aparte de su misión – apartar a las almas condicionadas que se quedan estancadas en el universo material y que así sufren la influencia ilusoria de la energía material – no tienen nada que hacer en este mundo.

¿Qué es un alma liberada?

La liberación de las almas condicionadas, prisioneras de envolturas no sutiles y sutiles formadas por el cuerpo material. Una vez liberada de toda mancha material, abandonando sus cuerpos de materia no sutil y sutil el alma puede alcanzar el mundo espiritual en su cuerpo espiritual original y en Vaiku??haloka o K?i?h?aloka absorberse en el servicio de amor trascendental ofrecido al Señor. Y cuando el alma se encuentra así en su posición natural, original y eterna se la califica de liberada. Es

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