La Ciencia Espiritual Pura
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ningún deseo por los objetos de placer material, objetos, insignificantes, simples juguetes, simples sombras de la realidad, sin valor duradero. Así, a su debido tiempo, cuando el bhakta una vez purificado está preparado sobreviene lo que se llama normalmente la muerte, pero que, en definitiva, solo en un cambio súbito de cuerpo. Para el bhakta puro, ese cambio se compara con el relámpago que va acompañado simultáneamente por una viva luz: por la voluntad suprema desarrolla un cuerpo espiritual en el mismo instante en que abandona el cuerpo material. Pero fijémonos en que incluso antes de la muerte, el bhakta puro es liberado de todos los apegos materiales que posee gracias a su contacto permanente con el Señor, un cuerpo totalmente espiritualizado, igual que un hierro se vuelve rojo y quema al contacto con el fuego.

Tal y como el Señor Supremo le había prometido, en cuanto abandona su cuerpo material, Narada obtiene un cuerpo espiritual apropiado, conforme a la existencia en compañía del Señor. El cuerpo espiritual está libre de todo apego material y posee tres características principales: es eterno, no está sujeto a la influencia de los tres gunas y liberado del karma. El cuerpo material muestra siempre los atributos contrarios. Es efímero y se mantiene bajo el control de los gunas y del karma. El bhakta puede ver los caracteres propios del cuerpo espiritual manifestarse en su cuerpo presente en cuanto se compromete en el servicio del Señor. Porque lo absoluto del servicio de devoción actúa en el cuerpo del bhakta igual que una piedra filosofal que tiene el poder de transformar el hierro en oro. Para el bhakta puro, pues, cambiar de cuerpo significa ponerle fin a la influencia de los tres gunas. Las Escrituras nos ofrecen numerosos ejemplos como los de Dhruva Maharaja y Prahlada Maharaja que pudieron ver al Señor Supremo cara a cara, al parecer sin cambiar de cuerpo. Esto se debe a que la naturaleza misma del cuerpo de un bhakta cambia y de material pasa a ser espiritual. Todos los seres están sujetos a la ley del karma, todos obligados a sufrir las consecuencias, buenas o malas de sus acciones. Solo el bhakta, por la misericordia inmotivada del Señor Soberano, escapa a esas consecuencias.

Los servidores puros y las servidoras puras de Dios, en cuanto dejan su cuerpo material obtienen de inmediato un cuerpo espiritual que les permitirá vivir en compañía del Señor.

El cuerpo espiritual está libre de todo apego material y posee tres características principales. Es eterno, no está sujeto a la influencia de los tres atributos de la naturaleza material (la virtud, la pasión y la ignorancia) y se ha liberado de la ley del karma. Los santos virtuosos pueden percibir cómo se manifiestan las características propias de los cuerpos espirituales en su cuerpo material, desde que se comprometen en el servicio de amor que le ofrecen al Señor porque este último actúa sobre el cuerpo y lo transforma. Para ellos, el cambio del cuerpo va acompañado simultáneamente de una viva luz. Por voluntad de Dios, estos desarrollan un cuerpo espiritual en el mismo instante en que dejan el cuerpo material y entran en el reino de dios. En verdad, el cuerpo espiritual no es distinto del alma, son UNO solo y no diferentes.

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