Cuando Dios, la Persona Suprema, desea hacerse múltiple, impregna la naturaleza material con su mirada. Por lo tanto, su mirada, o visión, no puede ser contaminada por la materia. Y como Él vio antes de que existiera la creación material, su cuerpo no puede ser material. Sus facultades de pensar, sentir y actuar son de carácter trascendental. En otras palabras, hay que concluir que la mente del Señor, la sede de Sus pensamientos, sentimientos y voluntad, es espiritual y absoluta, y también lo son Sus ojos, cuya mirada se posa en la naturaleza material. Dado que todo en Él existía antes de la creación material, el Señor obviamente tiene un cuerpo, sentidos y mente perfectamente espirituales y absolutos.
Más allá de los límites del universo material está el mundo espiritual, con sus muchos planetas eternos, incluido el supremo, Kṛiṣhṇaloka, donde mora Krishna y que está dividido en tres regiones, Dvārakā, Mathurā y Gokula. En esta morada el Señor Supremo se manifiesta en la forma de cuatro emanaciones plenarias, Krishna, Balarāma, Pradyumna (el cupido trascendental) y Aniruddha, conocida como la forma cuádruple original. En Kṛiṣhṇaloka hay un lugar trascendental llamado Śvetadvīpa, o Vṛindāvana.
Por debajo de Kṛiṣhṇaloka, en el cielo espiritual, flotan los planetas Vaikuṇṭha, y sobre cada uno de ellos gobierna Nārāyaṇa, la emanación de cuatro brazos de la manifestación cuádruple original. La Personalidad Divina conocida como Nārāyaṇa en Kṛiṣhṇaloka es el Saṅkarṣaṇa original (Cabeza de Dios atractiva), y de él emana un segundo Saṅkarṣaṇa llamado Maha-Saṅkarṣaṇa, que reside en uno de los planetas Vaikuṇṭha. Mediante su poder interno, Mahā-Saṅkarṣaṇa asegura la existencia trascendental de todas las estrellas que flotan en el cielo espiritual y donde todos los habitantes son almas eternamente liberadas. La influencia de la energía material brilla por su ausencia. En estos planetas reina la segunda manifestación cuádruple. Fuera de los planetas Vaikuṇṭha existe la manifestación impersonal de Śrī Kṛiṣhṇa conocida como Brahmaloka, y más allá, el Océano Causal. En la orilla opuesta del Océano Causal se encuentra, aunque sin tocarlo, la energía material. Las aguas espirituales del Océano Causal llevan a Mahā-Viṣṇu, el Ser Supremo Original que procede de Saṅkarṣaṇa. Él dirige Su mirada a la energía material, y por un reflejo de Su cuerpo trascendental se amalgama con los elementos materiales.
Como fuente de los elementos materiales, la energía material toma el nombre de pradhāna, y como origen de las manifestaciones materiales se conoce como māyā. Sin embargo, la naturaleza material es inerte, ya que carece del poder de actuar de forma autónoma. La mirada de Mahā-Viṣṇu le da el poder de producir la manifestación cósmica; por tanto, no puede ser la causa original. Es la mirada trascendental de Mahā-Viṣṇu sobre la naturaleza material la que provoca esta manifestación cósmica. Mahā-Viṣṇu entra entonces en cada galaxia en la persona de Garbhodakaśāyī Viṣṇu, uniendo a todos los seres vivos en Él. De Garbhodakaśāyī Viṣṇu procede Kṣīrodakaśāyī Viṣṇu, el Alma Suprema de todo ser vivo. Garbhodakaśāyī Viṣṇu también tiene Su propio planeta Vaikuṇṭha en cada galaxia, donde reside como el Alma Suprema, el Maestro Absoluto. Garbhodakaśāyī Viṣṇu se encuentra sobre las aguas que llenan parte de la galaxia y engendra a Brahmā, la primera criatura. La forma universal, imaginaria, es una manifestación parcial de Garbhodakaśāyī Viṣṇu.