Al igual que por la devoción al Señor se accede a Su morada, muchos logran este objetivo dejando de realizar sus actos pecaminosos y absorbiéndose en el pensamiento del Señor impulsados por la lujuria, la envidia, el miedo o el afecto.
Krishna, Dios, el Ser Espiritual Absoluto, puede eliminar todos los síntomas materiales del que está seduciendo. Aunque nuestra atracción por Dios se base en la lujuria material, esta atracción puede metamorfosearse, por la gracia del Señor, en un amor espiritual por su persona. Del mismo modo, quien está unido al Señor por un sentimiento de temor y animosidad también se purifica en virtud de la fascinación espiritual que Él ejerce. Dios es grande y el ser vivo es pequeño, pero ambos son, sin embargo, entidades espirituales distintas. Sin embargo, en cuanto se establece un intercambio recíproco entre ellos a través del libre albedrío del ser vivo, el Ser Espiritual Supremo atrae al ser diminuto y lo libera así de toda atadura a la materia.
La manifestación cósmica visible a los ojos del alma condicionada es causada por la Verdad Absoluta, Dios, la Persona Suprema, que utiliza Sus energías específicas para este propósito. Por el contrario, los ateos concluyen de sus deliberaciones que el desarrollo de la manifestación cósmica se debe a la naturaleza material. La energía de la Verdad Absoluta se manifiesta de tres maneras, espiritual, material y marginal. La Verdad Absoluta es idéntica a su energía espiritual. Sólo el contacto de ésta permite que la energía material entre en acción; así, las manifestaciones temporales de la materia parecen ser activas. En el estado condicionado, los seres vivos pertenecientes a la energía marginal son una combinación de energía material y espiritual. La energía marginal está originalmente bajo el control de la energía espiritual, pero bajo el dominio de la energía material, los seres vivos han estado vagando en el olvido dentro del mundo material desde tiempos inmemoriales.
El estado condicionado es causado por el mal uso de la independencia individual propia del nivel espiritual, pues el ser vivo, el alma encarnada, pierde así el contacto con la energía espiritual. Pero cuando el ser vivo es iluminado por la gracia del Señor Supremo o de Su devoto puro y se siente inclinado a volver a su condición normal en el servicio amoroso, se encuentra entonces en el nivel más auspicioso, el del conocimiento y la dicha eterna. El ser vivo pierde su independencia y se vuelve rebelde a la actitud de servicio eterno cuando cree independientemente que es el dueño de la energía en lugar de la energía. Esta falsa concepción de su existencia le lleva a querer dominar la naturaleza material. La naturaleza material parece ser lo contrario de la energía espiritual. De hecho, la primera sólo puede actuar en contacto con la segunda. Originalmente, la energía de Kṛiṣhṇa es espiritual, pero actúa de diversas maneras, como la electricidad que puede utilizarse para la refrigeración o la calefacción según sus diversas manifestaciones. La energía material no es más que energía espiritual cubierta por un velo de ilusión, o māyā.
Por lo tanto, la energía material no es autosuficiente en la acción. Kṛiṣhṇa lo invierte con su energía espiritual y entonces puede actuar, al igual que el hierro puede realizar la función del fuego después de ser calentado por él. La energía material sólo puede actuar cuando está investida de poder por la energía espiritual.