El Mundo Espiritual
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Engañada por la energía material, el alma condicionada por la materia, encaprichada con estas ochenta y una manifestaciones variadas, desea dominarla.

Esta ilusión es el resultado seguro de su olvido de la relación eterna con Dios, la Persona Suprema. Cuando está condicionada, el alma es impulsada por la energía material para buscar la gratificación de los sentidos, mientras que el ser iluminado por la energía espiritual se ofrece al servicio del Señor Supremo, según su relación eterna.

Krishna es la causa original del mundo espiritual, y Él es la causa velada de la manifestación material. También es la causa original de la potencia marginal, que consiste en los seres vivos que somos. Es a la vez el guía y el sustentador de todos los seres vivos. Estos últimos se denominan poder marginal porque pueden actuar bajo la protección de la energía espiritual o bajo el velo de la energía material. Con la ayuda de la energía espiritual, podemos comprender que la independencia sólo aparece en la persona de Krishna, quien, por medio de Su inconcebible energía puede actuar según Su voluntad. Dios, la Persona Suprema, es el Todo Absoluto, del que todos los seres vivos son partes diminutas.

Como nadie puede rastrear los orígenes del enredo del ser espiritual en la energía material, el Señor dice que no tiene principio. Es decir, la existencia condicionada precede a la Creación. Simplemente se manifiesta durante y después de la Creación. Olvidando su naturaleza espiritual, el ser vivo, la entidad espiritual encarnada, sufre toda clase de sufrimientos dentro de la materia. Comprendamos que también hay seres que, libres de toda cadena material, habitan en el mundo espiritual. Estas almas liberadas, estas grandes almas, siempre se dedican a la conciencia de Krishna, al servicio devocional.

Las innumerables galaxias que pueblan el cosmos material están reunidas en racimos similares a los de la espuma, de modo que sólo algunas de ellas se bañan en las aguas del Océano Causal. Cuando es agitada por la mirada de Kāraṇodakaśāyī Visnu, la naturaleza material produce los elementos totales, que son ocho en número y evolucionan gradualmente desde los más finos hasta los más groseros. Del ego procede el éter; del éter, el aire; del aire, el fuego; del fuego, el agua; y finalmente del agua, la tierra. Así, una sola galaxia tiene más de siete billones de kilómetros de diámetro. El espiritualista, que desea liberarse gradualmente tendrá que pasar por las diversas cortezas de la galaxia, incluyendo las capas sutiles (etéreas) formadas por los tres gunas, los atributos y modos de influencia de la naturaleza material; virtud, pasión e ignorancia. El que lo consigue no vuelve a renacer en este mundo mortal.


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