Es a través de la presencia de Krishna, Dios, que se desarrolla la manifestación cósmica.
El Señor Supremo, Él mismo la causa de la energía material, existe en el mundo material como existe más allá en el mundo espiritual. Sin su presencia, el cuerpo cósmico de la galaxia no puede desarrollarse, al igual que el cuerpo físico sin el alma. Toda la manifestación cósmica existe y se desarrolla debido al Señor Supremo, que entra en ella como el Alma Suprema. Así, por Su aspecto omnipresente del Alma Suprema, Él penetra en cada ser, desde el más grande hasta el más pequeño. Él puede ser percibido por quien muestra sumisión, la única cualidad requerida, y así se convierte en un alma rendida a Su persona. El grado de realización espiritual es proporcional al desarrollo de la sumisión, por lo que el ser consigue finalmente encontrarse con el Señor en persona tal y como uno se encuentra cara a cara con alguien.
Debido a que se ha desarrollado en él un apego trascendental al Señor Supremo, el alma sumisa percibe la presencia de su amado en todas partes y utiliza todos sus sentidos para servirle con amor. Con sus ojos, contempla a la pareja divina Sri Radha y Krishna sentados en un trono adornado bajo el follaje de un árbol de los deseos, en la tierra todo espiritual de Vṛindāvana. Con su nariz, respira el aroma espiritual de los mismos pies-en-el-loto (una fórmula de reverencia a Dios) del Señor y sus compañeros. Así es como el Señor se manifiesta a Su devoto puro desde el interior. Este es uno de los misterios de la relación devocional que une al Señor y al alma realizada y los vincula por amor espontáneo. Alcanzar este amor debería ser la meta de la existencia de todo ser vivo.
En el mundo espiritual, más allá del velo de la materia, brilla el infinito resplandor del Supremo Ser Espiritual Impersonal, libre de toda mancha material. Este deslumbrante resplandor blanco es considerado por los espiritualistas o trascendentalistas como la luz de todas las luces. En este reino no se necesita la luz del sol, la luz de la luna, el fuego o la luz eléctrica. En realidad, cada rayo de luz percibido en la galaxia material no es más que un reflejo de esta luz suprema. El Supremo Ser Espiritual Impersonal existe tanto por delante como por detrás, en el norte, en el sur, en el este y en el oeste, en la parte superior y en la inferior. En resumen, su resplandor supremo se extiende por todas partes, en los mundos material (pero velado por la materia) y espiritual.
Krishna, Dios, la Persona Suprema es el sustentador de toda la vida y de todo el cosmos material. Él es Dios, la Persona Suprema, que encarna la forma eterna todo el conocimiento, la dicha y la eternidad, y su resplandor se extiende por toda la creación, al igual que el del sol en este mundo. Y al igual que la luz cegadora que emana nos oculta el disco solar, su forma espiritual está velada por su resplandor. Por eso los impersonalistas se refieren erróneamente a Dios como un Ser espiritual impersonal y sin forma.