Mientras el ser espiritual esté sometido a los condicionamientos de la materia, debe observar una estricta disciplina en cuanto a la moral y la inmortalidad. El mundo absoluto es trascendental, libre de tales distinciones, ya que ninguna contaminación puede alcanzarlo. Pero en este mundo material, el deseo carnal requiere que uno se enfrente a la diferencia entre la virtud y el vicio. Que surja el deseo de servir a Krishna y entonces desaparecerá para siempre la esclavitud que nos impone el cuerpo material en una existencia desnaturalizada. Sólo siendo consciente de Krishna, Dios, la Persona Suprema, se puede alcanzar la más alta perfección de la existencia. En el mundo espiritual no hay actividad sexual. Los intercambios entre los amantes nacen allí del amor puro y trascendental y dan lugar a la dicha perfecta, porque se basan en el afecto, la emoción y los sentimientos puros.
Hay cuatro formas de amor a Dios que corresponden a la actitud de servicio, la amistad, el afecto paternal y el sentimiento de amor. Cada una de las almas realizadas considera que el sentimiento que le anima es el más perfecto. Así disfrutan de una felicidad sublime con el Señor Krishna. Sin embargo, si comparamos imparcialmente los distintos sentimientos, parece que el sentimiento del amor los supera a todos en su dulzura. Nadie es inferior o superior en las relaciones trascendentales con el Señor, ya que en el reino absoluto todo tiene el mismo valor. Sin embargo, a pesar del carácter absoluto de dichas relaciones, existen diferencias trascendentales entre ellas. Así, la relación puramente espiritual basada en el amor conyugal se considera la más alta perfección.
Todos los seres espirituales que viven en el mundo espiritual son conscientes de Krishna, Dios, la Persona Suprema, y sólo tienen un deseo, hacerle feliz. Todos son conscientes de que no son más que los eternos servidores de Krishna, la Divina Persona Absoluta. Cualquier acto motivado por tal sentimiento de servicio es amor puro a Dios, ya que se hace por el placer sensorial absoluto del Señor Krishna. Así es el amor puro que desarrollan por Dios.
Hay una diferencia entre el amor sexual y el amor puro. El amor sexual está muy extendido en el mundo material y sigue siendo primario, ya que sólo está vinculado al placer interesado, el de los sentidos, mientras que el amor puro está muy extendido y desarrollado en el mundo espiritual. Debemos tratar de distinguir entre el amor sexual y el amor puro, pues son de naturaleza diferente y un abismo los separa. Son tan diferentes entre sí como el hierro del oro. La lujuria es el deseo de satisfacer los propios sentidos, mientras que el amor puro es satisfacer los sentidos del Señor Krishna. Así, el acto sexual es el placer de los sentidos relacionado con el cuerpo material y permanece en el nivel del animal, mientras que el amor puro, practicado en el reino de Dios o mundo espiritual, está libre de relaciones sexuales. Allí, son los sentimientos, las emociones las que se privilegian y generalizan, porque son mucho más fuertes, mucho más poderosas, mucho más sólidas, mucho más profundas, interminables, y todas dirigidas a la satisfacción de Dios.