La Ciencia Espiritual Pura
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Mi querida madre, a veces se dice que el hombre conoce el cielo o el infierno en este mismo planeta porque aquí los castigos infernales son igualmente visibles.

Resulta que los ateos niegan las enseñanzas de las Escrituras que tienen que ver con el infierno y rechazan sus descripciones auténticas. Sri Kapila confirma su exactitud al decir que se puede ver incluso esas condiciones infernales en la tierra. En efecto, estas no solo existen en el planeta de Yamaraja. Allí abajo, el pecador obtiene la posibilidad de entrenarse para vivir en las condiciones infernales a las que se verá sometido en su vida futura, después de la cual renacerá en otro planeta para continuar su existencia infernal. Por ejemplo, si un hombre está condenado a vivir en el infierno y a engullir excrementos y orina, primero tendrá que entrenarse en el planeta de Yamaraja, después de lo cual obtendrá un tipo de cuerpo especial, en ese caso el de un cerdo, que le permitirá creer que disfruta de la existencia comiendo excrementos y orina. Como ya se ha mencionado, en cualquier condición, incluso en la más abominable, el alma derrotada se cree feliz. De lo contrario, le sería imposible soportar unas condiciones de vida tan infernales.

El error de la civilización moderna está en que el hombre no cree en la existencia de una vida futura. Pero lo crea o no esa vida existe sin lugar a dudas, y si no lleva una existencia responsable según las instrucciones de las Escrituras autorizadas, como los Vedas y los Puranas, tendrá que sufrir. En las especies inferiores el ser no es responsable de sus actos porque está obligado a comportarse de una manera determinada; pero en el estadio evolucionado de la consciencia humana, si el ser no asume la responsabilidad de sus actos, es seguro que conocerá una existencia infernal tal y como se describe en estas páginas.

Nuestros pensamientos en el momento de la muerte determinan nuestro futuro nacimiento o existencia.

Aquí parece que la mujer ha debido ser un hombre en su vida anterior, un hombre que, debido a su apego por su esposa ¡ahora ha obtenido un cuerpo de mujer! La Bhagavad-gita lo confirma: nuestros pensamientos en el momento de la muerte determinan nuestro futuro nacimiento. El hombre demasiado apegado a su esposa naturalmente pensará en ella en el último momento, de forma que renacerá en un cuerpo de mujer. De igual modo, si una mujer piensa en su esposo a la hora de la muerte, vivirá naturalmente su próxima vida en un cuerpo de hombre. Por eso las Escrituras hindús dan tanta importancia a la castidad de la mujer y a su devoción por el hombre. El apego de una mujer por su marido le puede permitir obtener un cuerpo de hombre en su vida futura. Pero el apego del hombre por una mujer no hará más que degradarlo, obligándolo en su vida siguiente a reencarnarse en un cuerpo de mujer. Tal y como enseña la Bhagavad-gita, no debemos olvidar nunca que los cuerpos de materia, no sutil y sutil (etérea) son solo vestimentas que representan la camisa y el traje del alma. De este modo, el hecho de ser hombre o mujer solo se

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