relaciona con las vestimentas corporales. Por naturaleza, el alma pertenece a la energía marginal del Señor Supremo.
Además, se considera que todos los seres vivos, al ser energía, en su origen tenían esencia femenina, es decir, eran objeto de placer. El cuerpo del hombre permite despegarse más del control de la materia que el de la mujer. Así, nuestro versículo indica que no hace falta medir un cuerpo de hombre apegándose a las mujeres y entregarse a los excesos en los placeres de este mundo, porque esto tendría como efecto transformar ese cuerpo en el de una mujer en la siguiente vida. Por lo general, a la mujer le gusta la prosperidad en el hogar, los adornos, los muebles y la ropa. Estará satisfecha si su marido le puede procurar todas esas cosas de sobra. La relación que une al hombre y a la mujer es muy compleja, pero el principio que debe conservar aquel que aspire a elevarse al nivel trascendente de la conciencia espiritual es que hay que mostrarse muy prudente en las relaciones con una mujer. Pero en la Consciencia de Krishna estas restricciones se pueden suavizar porque si el apego del hombre no recae en la mujer y al revés, sino que recae en Krishna, tanto el uno como la otra tendrán que apegarse al servicio del Señor. Así, unos y otras tendrán la posibilidad de liberarse de las cadenas de la materia.
Otro punto que hay que retener de este versículo es que es preciso observar los principios reguladores. Según los términos de la Bhagavad-gita: aquel que elige la vía del servicio de devoción en la Consciencia de Krishna tiene que seguir comiendo, durmiendo, defendiéndose y emparejándose, porque son necesidades del cuerpo, pero se libra de estas actividades de forma regular. Su alimentación será el krishna-prasada (la comida santificada porque está ofrecida por Dios) y su sueño también deberá estar regulado. El principio a seguir será el de reducir la duración del sueño así como la cantidad de alimento, para aceptar solo lo que es necesario para la salud del cuerpo. En resumen, el objetivo que se pretende es el progreso espiritual y no la satisfacción de los sentidos. De la misma manera, la vida sexual debe reducirse a su más simple expresión y servir solo para engendrar seres conscientes de Krishna porque, de lo contrario, no es necesaria. Nada está prohibido, pero todo tiene que estar regulado según un propósito superior que siempre hay que tener en mente. El hecho de observar todas estas reglas y principios de vida permite purificarse, después de lo cual toda concepción errónea procedente de la ignorancia se encuentra reducida a la nada. Nuestro versículo precisa a este respecto que las causas del encadenamiento a la materia se desvanecen por completo.
Las palabras sánscritas anartha-nivrtti significan que nuestra envoltura carnal no es grata. Somos almas espirituales y nunca hemos necesitado ese cuerpo material. Pero, como hemos querido disfrutar, lo hemos obtenido a través de la energía material y bajo la dirección de Dios, la Persona Suprema. En cuanto recuperamos nuestra condición original de servidor del Señor Supremo, empezamos a olvidar las necesidades del cuerpo hasta olvidarnos finalmente de nuestro cuerpo.