absolutamente pura, tiene el poder de restablecer la consciencia del ser en su condición original. Entonces deja de estar dominado por los celos, el fanatismo, el orgullo, la envidia y el odio. El Señor Krishna afirma en la Bhagavad-gita (2.20): «El alma es no nacida, inmortal, original y eterna. Cuando se disipa nuestra falsa identificación con el cuerpo y percibimos nuestra verdadera naturaleza trascendental, superamos automáticamente todos los miedos y angustias de la existencia material. Dejamos de pensar: soy americano, ruso o blanco».

Esta toma de consciencia nos hace entender también la naturaleza espiritual de todos los seres vivos. Cuando se despiertan nuestros sentimientos naturales, descubrimos la unidad última de toda existencia. Eso es lo que se entiende por liberación: el descubrimiento espiritual nos libera de toda animosidad o envidia hacia las demás criaturas.

Shrila Prabhupada explica esta visión en las Enseñanzas de Prahlada Maharaja: «Los que llegan a ser plenamente conscientes de Krishna ya no dicen: “Esto es un animal, esto un gato, un perro o un gusano de tierra”, porque ven en todas las cosas una parcela de Dios. El Bhagavad-gita explica maravillosamente esta óptica: “El que es realmente versado en la consciencia de Krishna muestra afección por todos los seres vivos”. Mientras no se llegue a ese nivel, no estaremos hablando de fraternidad universal.

Cada ser vivo es una persona distinta y forma parte integral del todo supremo, Dios, del que representa un simple fragmento. Si las parcelas del Todo son personales e individuales, como su fuente, el Padre Eterno, de la que emanan y a la que pertenecen, ¿esta misma fuente podría ser impersonal? En verdad, el Todo es la Persona Suprema y Absoluta, soberana entre los seres relativos».

El universo está poblado de innumerables seres vivos que, por sus propios actos interesados, pasan de una especie a otra y erran de planeta en planeta. Así es como su encarcelamiento en la materia se perpetúa desde tiempos inmemoriales. Estos seres vivos son fragmentos infinitesimales del Alma Suprema. Estos fragmentos espirituales o almas distintas miden aproximadamente una diezmilésima parte de la punta de un cabello.

El ser distinto es intrínseco por naturaleza, un alma espiritual extraña a la materia y por eso constituye una chispa del Alma Superior, la Verdad Absoluta, la Persona Divina. El alma distinta se debe abandonar por completo a Krishna, el Alma Suprema para encontrar la felicidad.

Dirigiéndose a su discípulo, el Señor le dice: «Por tu naturaleza intrínseca, eres un alma viva de esencia puramente espiritual. El cuerpo material no se puede asimilar a tu verdadera identidad, ni a la mente, a la inteligencia o al falso ego. Tu verdadera identidad es ser el eterno servidor de Krishna, el Señor Supremo. Tu estatus es de naturaleza trascendente. La energía superior de Krishna tiene esencia espiritual mientras que la energía inferior, externa, tiene esencia material. Al estar entre esas