constantemente de un objeto de los sentidos a otro. Así, vacila entre la aspiración a algún logro material y la aflicción surgida de cualquier pérdida o frustración.

Krishna explica en la Bhagavad-gita (2.66): «El ser inconsciente de su identidad espiritual no puede controlar su mente ni fortalecer su inteligencia. Y, por tanto, ¿cómo podría conocer la serenidad? ¿Y cómo podría gozar de la felicidad sin ella?» El canto del mantra Hare Krishna nos permite controlar la mente en lugar de dejar que nos domine.

La palabra sánscrita mantra viene de mana que significa «mente» y tra, que se traduce por «liberación». Así, el mantra es una vibración sonora trascendental que tiene como efecto liberar la mente de su envoltura material.

Shrila Prabhupada (Maestro espiritual hindú) explica en su comentario sobre el Srimad-Bhagavatam: «Nuestro empecinamiento en la materia tiene como origen las vibraciones no espirituales. Cada día, escuchamos los sonidos materiales que emiten la radio y la televisión o nuestros parientes y amigos, y actuamos en consecuencia. Pero como señala Shrila Prabhupada: El sonido existe también en el mundo absoluto. La vida espiritual comienza cuando entramos en contacto con ella. Cuando controlamos la mente concentrándola en la vibración del mantra Hare Krishna, se calma enseguida. Igual que la música tiene el don de amansar a algunas fieras, las sonoridades espirituales del mantra calman la mente agitada. El mantra hare Krishna, pleno de las energías supremas de Dios, tiene el poder de aliviar todas las perturbaciones mentales. Como las aguas tranquilas de un lago límpido, las percepciones de la mente que no se preocupa por las olas del deseo material se revelarán puras y claras. La mente en toda su pureza reflexionará, como un espejo sin polvo, una imagen inalterada de la realidad, que nos permitirá así ir más allá de las apariencias para captar la esencia de todas las experiencias de la vida».

Conocer el alma.

Los Vedas nos enseñan que la consciencia es una energía del alma. Esta, en su estado puro, habita en el mundo espiritual; pero, en contacto con la materia, el ser vivo se envuelve en la ilusión del falso egoísmo. El falso ego confunde a la consciencia y provoca la identificación en el cuerpo material. Pero nosotros no somos ese cuerpo. Decimos: «Este es mi dedo, esta es mi pierna». El yo consciente es, pues, el poseedor y el observador del cuerpo. La inteligencia percibe sin dificultad esta verdad cuya realización espiritual procede del canto del mantra Hare Krishna y nos ofrece una experiencia directa e ininterrumpida.

Cuando el ser vivo se identifica con el cuerpo material y olvida su auténtica naturaleza espiritual, teme inevitablemente las enfermedades, la vejez y la muerte, también tiene miedo de perder su belleza, inteligencia y vigor. Además, le asaltan innumerables ansiedades y falsas emociones relacionadas con el cuerpo efímero. Pero ese canto, incluso al principio, le hará descubrir su naturaleza de alma pura e inmutable, totalmente distinta del cuerpo. Como el mantra es una vibración espiritual