Todos los seres vivos de este mundo material actúan bajo la influencia de la energía material, sólo los tontos creen que pueden mejorar lo que Dios ha creado, y que pueden actuar con impunidad. Por lo tanto, es responsabilidad de los jefes de familia hacer que se respeten y se cumplan las leyes de Dios.
Si los hombres no dejan de abortar, de matar a los animales terrestres y acuáticos en los mataderos, en el mar por los arrastreros y en los estanques de pesca y acuicultura, si no dejan de comer la carne de los animales terrestres y acuáticos, si no dejan de extraer los combustibles fósiles, el carbón, el petróleo y el gas natural de la tierra, los virus, las epidemias, las calamidades naturales y el caos continuarán, el hombre seguirá sufriendo.
Por otro lado, si los hombres obedecen a Dios y hacen todo lo que Él dice, si se rinden a Él y le sirven con amor y devoción, y si cantan las glorias de los Santos Nombres de Dios:
Haré Krishna, haré Krishna, Krishna Krishna, haré haré / Haré Rama, haré Rama, Rama Rama, haré haré.
Este maravilloso canto en sánscrito significa: Oh Energía del Señor, Oh Señor, Oh Fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amada sierva (tu amada doncella). Haré es la energía del Señor, Krishna y Rama son Sus Santos Nombres.
Entonces la lluvia caerá regularmente, los granos, las verduras, las frutas y las flores crecerán en abundancia, las vacas producirán mucha leche y todas las necesidades vitales se obtendrán fácilmente, todo vendrá automáticamente.
Mucha gente se pregunta por qué Dios permite todas estas desgracias. En realidad, todas estas desgracias son causadas por los numerosos pecados de la humanidad, debido a su desobediencia a Dios, a la no aplicación de Sus preceptos, leyes y mandamientos, y a los asesinatos que cometen abortando y matando a los animales inocentes, tanto terrestres como acuáticos, cuya carne comen.
Por un lado, debemos comprender que el universo material no es el mundo real, pues éste no es otra cosa que el mundo espiritual, y por otro lado, no estamos en nuestro verdadero hogar. Todos venimos del mundo espiritual, donde estas miserias y sufrimientos no existen.
Los sufrimientos de este mundo material tienen por objeto hacernos comprender que la verdadera felicidad no existe en este mundo, pues las alegrías y las penas son todas efímeras. Es fácil ver que el peligro está en todas partes. A pesar de todas las precauciones que podamos tomar, estamos continuamente en las garras de estos problemas, y sujetos a las consecuencias de nuestros buenos y/o malos pensamientos, palabras y acciones.