Cuyos deseos están siempre satisfechos,

Oh Maestro Eterno de los que te aman y adoran,

Te gustan las almas dedicadas.

Oh, Bhakta Vatsala**, es un nombre que te conviene.

¿Quién sabría atacar a quien quiere proteger?

De todas las leyes, tú eres la regla de oro.

A tus pies postrado, tu humilde servidor

Nombrado Bhaktivinoda*** en su cuerpo inclinado.

Tiene plena fe, dentro de sí mismo,

Que será protegido de todos los peligros.

Logos 471

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¿Por qué permite Dios que se produzcan virus, la pandemia de los cóvidos 19, la sequía, los incendios, el calor, las inundaciones, etc., y las guerras?

La verdad es que el mal comportamiento de un hombre repercute en toda su familia.

Es por esta razón que un hombre digno y noble desea sufrir su castigo solo. No quiere que le ocurra ninguna calamidad a él y a su familia, y quiere soportar la carga de su culpa solo, sin rodeos. Espera que su sufrimiento personal le lleve a abstenerse en el futuro de cualquier otra ineptitud, y que la falta de la que fue culpable sea así redimida para que sus descendientes no tengan que sufrirla.

Así es como piensa un santo responsable. A cambio, los miembros de su familia también comparten los frutos de su servicio al Señor. De hecho, el mayor beneficio o bendición que el Señor puede conceder a una familia es dar a luz a un santo.

Son los pecados de la humanidad, derivados de sus pensamientos, palabras y acciones pecaminosas, unidos a su negativa a obedecer a Dios, a respetar y aplicar Sus leyes y mandamientos, y a servirle devotamente, los que son la causa de las diversas guerras, del calentamiento global, de las sequías, de los incendios, de las lluvias torrenciales, de las inundaciones, etc., del agotamiento de la leche y de los productos agrícolas, y del sufrimiento que padecen.