Radharani, que también lleva el medallón de prema-vaichittya, siendo este estado el de los amantes que se encuentran pero que, sin embargo, temen la separación.

Tanto sus pensamientos como sus palabras no dejan de referirse a entretenimientos pasados o futuros con Krishna. Ella embriaga a Krishna con las dulces palabras que brotan de sus labios, y siempre está dispuesta a satisfacer todos sus deseos. En resumen, cumple todas las expectativas del Señor Krishna con sus atributos inusuales, por no decir sobrenaturales.

Krishna está constantemente absorto en su amor por Radharani y va a las arboledas de Vrindavana para intercambiar ternura con ella. De este modo, Él satisface sus instintos de amor, que no tienen nada que ver con los que se practican en el universo material.

Las gopis desarrollan la forma más elevada de amor por Dios y como tal son un bello ejemplo.

Infinitamente feliz es aquel que puede ver a Krishna, pues no hay otra perfección para el ojo.

Tomemos el ejemplo de las gopis. Las gopis (compañeras de Krishna en Vrindavana, el reino trascendental. Ellos encarnan la más alta devoción al Señor debido a su amor por Dios), que estaban subyugados a Krishna, estaban unidos a él por un amor de tal pureza, libre de cualquier rastro de deseo sexual por el placer de los sentidos. El único propósito de su existencia era ver a Krishna feliz en todas las circunstancias, sin ninguna consideración por sus intereses personales. Dedican sus almas a la única satisfacción de Dios, la Persona Suprema. No hay el más mínimo rastro de amor sexual entre las gopis y Krishna.

Los sabios que conocen el conocimiento del mundo espiritual y experimentan la esfera material, afirman con razón que el amor sexual es un placer egoísta, porque es personal e interesado.

Todos los principios reguladores mencionados en los Vedas, las sagradas escrituras originales, para obtener fama, paternidad, riqueza, etc., son diversos aspectos de una búsqueda de satisfacción material. Los actos destinados a satisfacer los sentidos materiales pueden ocultarse de diversas formas, como; las obras sociales, el nacionalismo, la religión, el altruismo, los principios morales, los principios bíblicos, la vida sana, la acción interesada, la timidez, la tolerancia, la comodidad personal, la liberación de la esclavitud a la materia, el progreso, el afecto familiar, el miedo al ostracismo social o al castigo legal, pero todas estas motivaciones no son sino subproductos de un mismo deseo, a saber, la búsqueda de la satisfacción del propio sentido.