Este es el nivel más alto de reciprocidad espiritual del amor.

En verdad, la sexualidad espiritual se expresa de dos maneras, o bien en perfecta concordancia con la naturaleza constitucional del ser, o bien orientada al objeto.

Cuando uno conoce la verdad sobre la naturaleza real de la existencia sin estar completamente libre de la contaminación material, a pesar de tener cierta comprensión de la espiritualidad, no puede establecerse plenamente en la morada absoluta de Vrindavana. Por otro lado, una vez que uno se libera de los impulsos sexuales inherentes al cuerpo material, uno realmente alcanza la morada suprema de Vrindavana.

Como los devotos tienen diferentes habilidades, intercambian diferentes relaciones de amor con Krishna. Sin embargo, todas las formas de relación con el Absoluto (Krishna) son iguales, ya que el Señor es el centro. Uno puede establecer diferentes relaciones con Krishna, y quien se siente atraído por el Señor bajo el signo de un sentimiento particular, es glorificado.

La Diosa Radharani y sus amigos no desean complacer sus sentidos. Su único deseo es satisfacer a Krishna. El afecto por Krishna es un amor espontáneo. Diferentes variedades de devotos personales de Krishna pueblan el reino de la trascendencia. Le sirven según su respectivo estado de ánimo espiritual.

Cualquiera que desee entrar en la morada suprema de Krishna puede refugiarse en uno de estos siervos espirituales y luego practicar el servicio amoroso de tal manera que alcance las más altas cotas de afecto por Krishna. En otras palabras, el devoto que, en el universo material, practica el servicio de amor de acuerdo con las actividades de los compañeros eternos de Krishna, alcanzará la misma posición que ellos cuando se vuelva perfecto.

Por eso los sabios también aspiran a la posición de las gopis y siguen sus pasos, para alcanzar la meta soberana de la existencia. Por lo tanto, el alma purificada es apta para servir al Señor Supremo. Nadie puede servir al Señor Krishna en medio de su entorno a menos que esté establecido en su identidad espiritual pura, completamente libre de todas las contaminaciones materiales.

Una persona contaminada por la materia transmigrará (reencarnará) en otro cuerpo material debido a su conciencia material. Habitado por pensamientos materiales en el momento de su muerte, será transferido a otro cuerpo material.