Dios, la Persona Suprema, tiene tres variedades de energía interna: El poder del placer, el poder existencial y el poder cognitivo. En el Visnu Purana (libro sagrado) se encuentra la siguiente oración al Señor:
«Oh Dios mío, Sustentador de todo lo que es, los tres atributos, el poder del placer, el poder existencial y el poder cognitivo, existen en Ti como un solo poder espiritual. Nunca habitan en Tu Persona los atributos de la naturaleza material, que causan alegría, tristeza o una combinación de ambos, pues Tú estás libre de todos los atributos materiales.»
Dado que el poder del placer, la manifestación personal de la dicha del Señor Supremo y la fuente de Su placer existe eternamente en Él, la teoría de que el Señor aparece en el plano de la virtud material no puede ser aceptada. La conclusión del impersonalista (aquel que cree que Dios es sólo un Ser Espiritual Supremo, sin forma) se opone a la afirmación de las escrituras originales de que el Señor posee un poder de dicha trascendental. Cuando este último se manifiesta por la gracia del Señor Supremo en la persona de un siervo del Señor, se llama amor a Dios. Este amor de Dios es otro atributo del poder dichoso del Señor. Por lo tanto, el servicio devocional que el Señor y su devoto intercambian es una manifestación de este poder de dicha trascendental. El poder que adorna constantemente a Dios, la Persona Suprema, con pura beatitud, no es material, como pretenden los seguidores de la doctrina impersonalista en su ignorancia de la identidad del Señor Soberano y de Su poder de placer.
Estas personas ignorantes no pueden comprender lo que distingue a la dicha espiritual impersonal de la variedad que caracteriza a la energía del placer espiritual. El Señor obtiene todo Su placer trascendental de este poder de placer, y lo confiere a Su devoto puro.
El cuerpo de Kṛiṣhṇa es toda la eternidad, el conocimiento y la dicha. Su poder espiritual único tiene tres aspectos: el aspecto de la dicha, el aspecto de la existencia eterna y el aspecto de la percepción, que también puede admitir el término conocimiento. El poder trascendental por el que Dios, la Persona Suprema, mantiene Su existencia se llama sandhinī. Aquello por lo que Él tiene conocimiento de sí mismo y por lo que también permite que otros lo conozcan se llama samvit. Finalmente, aquello por lo que Él posee y otorga a Su devoto la dicha trascendental se llama hlādinī. La manifestación total de estos poderes se llama viśuddha-sattva.