El Señor Krishna dice: «Sólo a través del servicio devocional uno puede conocerme como soy. Y el ser que, a través de tal devoción, llega a ser plenamente consciente de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto».

«Cuando me han alcanzado, los espiritualistas imbuidos de devoción, esas nobles almas, habiéndose elevado así a la más alta perfección, no vuelven nunca más a este mundo transitorio, donde reina el sufrimiento».

«Concedo fe y refugio a todo aquel que se rinde a Mí y jura servirme para siempre, pues tal es Mi naturaleza. La influencia de la naturaleza material es insuperable, pero quien se entrega a Mí cruza fácilmente sus límites».

«A aquellos que siempre Me sirven y Me adoran con amor y devoción, les doy la inteligencia por la cual pueden llegar a Mí».

La entrega a Dios, la Persona Suprema, es la única causa de liberación. Dios es el más grande de todos los seres vivos. Él los mantiene y provee todas sus necesidades. Quien conoce esta verdad absoluta, tiene un conocimiento perfecto. Todos tenemos cualitativamente la misma naturaleza que nuestro Padre Celestial. El Señor Supremo ha creado un poderoso vínculo de amor y afecto, tan poderoso que nadie puede romperlo. El vínculo de amor entre nosotros y el Señor Supremo y otros seres nunca se romperá. Así es en el reino de Dios.

Sólo aquellos seres que son conscientes del Señor Supremo califican para regresar a su morada original, el reino de Dios.

La forma original del Señor Supremo, Krishna, es de hecho Su forma real, la forma que Él posee eternamente y se manifiesta en el mundo espiritual. El Señor Supremo es Krishna, la Persona Divina original. Su forma es eterna, todo felicidad y conocimiento. Él es la causa original de todas las causas.