Krishna, el Señor Supremo, desciende a este mundo a intervalos regulares para restaurar la cultura espiritual que está decayendo con el tiempo.
Aparece para revelar sus entretenimientos y regenerar la espiritualidad.
El SeñorKrishna apareció al final de la Edad del Cobre, la anterior a la nuestra, para regenerar la espiritualidad entre los hombres, pero también para manifestar Sus divinos entretenimientos. El Señor en su aspecto de Visnu se ocupa de mantener la creación cósmica.
Es especialmente esta deidad la que restablece el orden en la galaxia. Krishna es el Señor en Su forma original; no aparece para resolver estos problemas sino sólo para revelar Sus entretenimientos puramente espirituales y atraer así a las almas caídas para que regresen a su morada original, el reino de Dios. Sin embargo, al final de la última edad de cobre, el momento de la restauración del orden en nuestra galaxia y el advenimiento del Señor Krishna coincidieron. En consecuencia, cuando el Señor Supremo, Krishna, vino a este mundo, Visnu, que mantiene la galaxia, se fundió en Su persona, al igual que todas Sus emanaciones plenarias. Cuando Dios, el Señor Supremo en Su forma absoluta, desciende al cosmos material, (en un planeta de una galaxia determinada) todos los demás Avatares se funden en Él. El Señor Nārāyaṇa, las cuatro primeras emanaciones [Vāsudeva, Saṅkarṣaṇa, Pradyumna y Aniruddha], Matsya y los demás līlā-Avatars, los yuga-Avatares, así como los manvantara-Avatares y todos los demás Avatares que puedan existir, todos se manifiestan en el cuerpo del Señor Krishna, el Señor Supremo en Su forma completa. En ese momento el Señor Visnu está, por tanto, presente en el cuerpo del Señor Krishna, que destruye a los malhechores demoníacos a través de Él.
El Señor Supremo dice: «Tomando a estas almas puras conmigo, descenderé a la galaxia material y me deleitaré con entretenimientos variados y maravillosos, desconocidos incluso para Vaikuṇṭha (los planetas espirituales). Haré conocer entretenimientos que me asombren a mí mismo».
El Señor Krishna, bajo la apariencia del Señor Chaitanya, instruye a Sus devotos en el camino que se eleva gradualmente al nivel del servicio devocional puro. Por lo tanto, Él aparece a intervalos regulares como un devoto para realizar muchas actividades maravillosas, descritas en Su sublime enseñanza. Hay innumerables planetas Vaikuṇṭha en el mundo espiritual y en cada uno de ellos el Señor es servido por Sus devotos eternos, animados por un sentimiento de reverencia. Por lo tanto, el Señor Krishna revela Sus entretenimientos más secretos mientras los disfruta en Su reino trascendental. Estos entretenimientos son tan fascinantes que ejercen su atracción incluso en la propia persona del Señor, que saborea su néctar bajo la apariencia del Señor Chaitanya.
El reino de Dios no tiene límites, así como el número de intermediarios que ayudan al Señor en sus obras. El Señor extiende sus manos, piernas, ojos y bocas por toda su creación. Esto equivale a decir que Sus emanaciones formadas por Sus partes integrales, los seres espirituales distintos de Dios, son Sus ayudantes, todos los cuales están destinados a una forma particular de servicio devocional. Pero el alma individual, encarnada y condicionada por la materia, aunque ocupe la posición de Brahma, el primer ser creado y gobernante de nuestra galaxia, olvida estas verdades bajo la influencia de la energía material ilusoria del falso ego. La conciencia del falso ego puede ser contrarrestada por el despertar de la conciencia divina. En realidad, la liberación se entiende como la salida del sopor del olvido y el establecimiento del verdadero servicio de amor ofrecido al Señor. La liberación nunca es sinónimo de inacción, sino de una actitud de servicio libre de errores humanos.