Los habitantes de Mathura (una de las regiones de Vrindavana) encuentran la alegría de vivir allí, protegidos por los poderosos brazos de Krishna y Balarama. Y como por la presencia de Krishna y Balarama el estado está bien gobernado, experimentan una completa satisfacción. Todos sus deseos, todas sus necesidades materiales están satisfechas. Como también ven a Krishna y a Balarama cara a cara cada día, pronto olvidan todos sus sufrimientos materiales. Cada vez que Krishna y Balarama salen a la calle, bien vestidos, sonrientes y con aspecto animado, la gente se llena de un éxtasis de amor, simplemente por haber visto a Mukunda (uno de los muchos Nombres de Krishna, Dios) junto a ellos. El nombre Mukunda significa Aquel que puede otorgar la liberación absoluta y la dicha. La presencia de Krishna actúa como un licor de juventud y vida, de modo que no sólo los jóvenes, sino incluso los ancianos de Mathura, al verle cada día, se recargan de energía y poder juvenil.

Vrindavana es la tierra de los ríos, los bosques y las vacas. Aquí se escucha el sonido de la flauta del Señor, y Krishna y su hermano mayor, Sri Balarama, disfrutan del ambiente en compañía de los seres puros que allí viven. Las huellas de los pies de Krishna siguen marcando la tierra de Vrindavana, que rebosa de toda opulencia y buena fortuna. Allí no hay escasez ni necesidad material. Todo es pura belleza. Krishna es llamado «Mukunda», porque basta estar constantemente en contacto con Su Persona, o verlo en plena conciencia, para estar libre de toda angustia material y ser inmediatamente bendecido con toda la dicha espiritual. Al ver a Krishna, los devotos se sienten infinitamente vigorizados, como si despertaran de un sueño, y vuelven a la vida. Supongamos que un hombre yace inconsciente, sus sentidos y las distintas partes de su cuerpo están completamente inertes. Pero deja que recupere la conciencia, y de nuevo sus sentidos, en ese mismo momento, entran en acción. Del mismo modo los devotos del Señor, al recibirlo es como recuperar la conciencia, vuelven a vivir.

Sri Krishna abraza a cada uno de ellos, y al toque del Señor Supremo, todos se liberan inmediatamente de todas las impurezas materiales, por lo que sonríen, llenos de dicha espiritual. Al contemplar el rostro del Señor Krishna, cada uno de ellos se llena de absoluta satisfacción.

Los bosques a lo largo del río Yamuna eran hermosos jardines llenos de árboles frutales, mangos, jaca, manzanas, guayabas, naranjas, palmeras, vides, bayas y todo tipo de plantas y flores fragantes. Como estos bosques estaban situados en la orilla del río, las ramas de los árboles llevaban naturalmente muchas aves acuáticas y pavos reales. Todos los árboles, pájaros y animales de estos bosques eran, de hecho, seres virtuosos que habían elegido nacer en este reino espiritual de Vrindavana con el único propósito de contribuir al placer del Señor y de los jóvenes pastores, sus compañeros eternos.