de Tu Gracia. Por este concepto erróneo de la existencia, deben sufrir el ciclo de muertes y nacimientos. Entre millones de tales seres condicionados, uno solo tal vez, al contactar con tus puros devotos encontrará bastante inteligencia como para comprender el mensaje de la consciencia de Krishna y abandonar así un concepto erróneo de la existencia».
Solo Dios es la luz pura que ilumina la existencia, ilumina el corazón de todos y brilla en todo su reino espiritual y material. Es la fuente y la reserva de bendiciones y el agua pura que borra los problemas, las dificultades y los sufrimientos.
Del Padre Eterno todo emana, tanto el mundo espiritual como el universo material, es el Maestro del tiempo quien actúa bajo su directa autoridad. El tiempo universal es tan potente que domina la naturaleza material sin que esta pueda hacer nada.
Aprender a conocer a Dios, amarlo, obedecerlo y servirlo con amor y devoción permite purificar nuestro ser y por la gracia de Dios ver desaparecer las tinieblas, el sufrimiento, la muerte y aparecer la vida eterna.
Amar a Dios, obedecerlo, hacer su voluntad, abandonarse totalmente a él y servirle con amor y devoción, esas son las llaves que permiten entrar en el reino de Dios.
El camino de la renuncia y la liberación.
Pero, ¿qué es la renuncia?
El propio Padre Eterno responde: «El hombre puede degustar los frutos de la renuncia con el simple control de sí mismo, la indiferencia de las cosas de este mundo y el desinterés por los placeres materiales. Ahí reside la más elevada perfección de la renuncia».
Si queremos que nuestros actos no tengan ninguna consecuencia buena y/o mala, y que nuestro karma desaparezca, tenemos que ofrecerle a Dios todos los frutos de nuestros actos, nuestra existencia, nuestra vida y servirlo con amor y devoción. Ahí reside la perfección de la existencia.
La civilización védica exige a todos los hombres que renuncien a la vida familiar después de los cincuenta años. Se trata de una obligación. Pero, debido a la confusión en que la civilización moderna se halla inmersa, los hombres casados quieren continuar su vida familiar hasta la muerte, lo que les ocasiona grandes sufrimientos. Los virtuosos deben actuar con el fin de elevarse a un nivel superior de la sociedad humana. Se cuenta con numerosos ritos purificadores orientados a elevar al hombre a la vida espiritual. Un hombre santo comprometido en el orden de la renuncia corta todos sus vínculos con la familia.
Pero para quien cumple el deber prescrito solo porque se debe cumplir sin ningún apego por los frutos de su acción la renuncia procede de la virtud.