Dios, la Persona Suprema, vive en cada universo bajo la forma del Alma Suprema. El Srimad-Bhagavatam describe además los tres purusa-avataras de la siguiente manera:

«Dios, la Persona Suprema, Se manifiesta en la creación material con tres aspectos: Karanodakasayi Visnu, Garbhodakasayi Visnu y Ksirodakasayi Visnu».

Como Maha-Visnu, Krishna, el Señor Supremo, causa de todas las causas, reposa en el océano cósmico. Él es el comienzo, el sostén y el final de la energía material en su totalidad.

Yo entro en cada uno de los planetas y, a través de Mi energía, los mantengo en su órbita. Me convierto en la luna y por ahí le doy el jugo de la vida a todos los vegetales. (Palabra de Krishna)

Entendamos que solo la energía del Señor permite que los planetas se mantengan en el espacio. El Señor entra en cada átomo, en cada planeta y en cada ser vivo. La Brahma-samhita nos enseña que el Paramatma, emanación completa de Dios, la Persona Suprema, entra en el universo, los planetas, el ser vivo e incluso el átomo. Y porque Él entra así en ellas, todas las cosas se manifiestan de manera justa. Mientras el alma esté presente, el cuerpo podrá flotar en el agua, pero en cuanto la chispa viva lo abandone, este se hundirá. Es verdad que una vez descompuesto también flotará igual que flota una brizna de paja, pero en el momento de la muerte, se hunde enseguida. Además, si todos los planetas flotan en el espacio, esto solo se debe a la presencia en ellos de la energía soberana de Dios, la Persona Suprema. En efecto, Su energía sostiene todos los planetas. Por Su poder y Su energía todas las cosas móviles e inmóviles se mantienen en su propio lugar. Se dice que gracias a Dios, la Persona Suprema, brilla el sol y que los planetas siguen regularmente su curso. Si Él no los mantuviera, todos los planetas, como polvo proyectado hacia el cielo, se dispersarían y perecerían. Además, gracias a Él la luna alimenta a todos los vegetales comestibles. En efecto, los vegetales comestibles de todo tipo adquieren sabor bajo la influencia de los rayos de la luna. Sin esta influencia, no podrían crecer ni llegar a ser suculentos. Los hombres trabajan, viven bien y disfrutan de los alimentos gracias a lo que les proporciona el Señor Supremo. Sin Él la especie humana no podría sobrevivir. Las santas escrituras confirman la existencia de los sistemas planetarios en cada uno de los cientos de miles de universos que juntos solo representan una fracción de la energía creadora de Dios. La mayor parte de esa energía creadora se manifiesta en el Universo Antimateria o mundo espiritual llamado paravyoma (Vaikunthaloka). Tal vez los físicos serán capaces de confirmarlo algún día a lo largo de sus estudios sobre la antimateria.

Porque fascina a todos los seres, Krishna es el primer Nombre de Dios:

Dios llevará, pues, Nombres variados según Sus diferentes actividades, pero por tener tal abundancia de cualidades y fascinar a todos los seres se le llama Krishna. Las