hombre que comete un crimen no se le coja enseguida y se le condene, pero eso ocurrirá antes o después. Al mismo tiempo, por algunas de nuestras faltas deberemos sufrir en el futuro, mientras que por otras «cometidas en la madurez» estamos sufriendo ahora.
Ya vemos que se suceden las faltas y los sufrimientos, sumergiendo en el dolor el alma condicionada vida tras vida. Sufre en esta vida las consecuencias de los actos cometidos en su vida anterior y se prepara con sus actos presentes para nuevos sufrimientos en el futuro. Las faltas «maduradas» o «llegadas a buen puerto» pueden tener como fruto una enfermedad crónica, altercados con la justicia, un nacimiento bajo, una educación escasa o una apariencia física mediocre.
Nuestros actos pasados nos abruman hoy y nuestros actos presentes nos preparan sufrimientos futuros. Pero esta cadena la puede romper de golpe aquel que adopta la Consciencia de Krishna.
«El servicio de devoción ofrecido a Dios actúa como una hoguera ardiendo capaz hasta el infinito de reducir a cenizas todo lo que se le echa».
Eso significa que el servicio de devoción ofrecido a Sri Krishna puede reducir toda la suciedad a la nada. La Bhagavad-gita nos da el ejemplo ilustre de Arjuna que primero creyó malo combatir pero, siguiendo la voluntad de Krishna, acabó comprometiéndose en la lucha que así se convirtió en parte del servicio de devoción, de forma que escapó de todas las consecuencias nefastas.
De este modo, aquel que se compromete de verdad, plenamente consciente de Krishna, en esa senda del servicio de devoción puro y necesariamente se purifica, se tiene que liberar de toda la suciedad que viene de sus actos materiales pasados. El servicio de devoción tiene, pues, la capacidad de reducir a la nada todas las consecuencias de nuestros actos culpables. Pero el sabio virtuoso procurará sin cesar no volver a cometer faltas, y esa es precisamente la marca del sabio virtuoso. Son los actos pasados de un ser los que determinan las condiciones de su nacimiento. Si nace entre los impíos, habrá que concluir que sus actos pasados fueron culpables, pero si este mismo se compromete en la senda del servicio de devoción y comienza a practicar el canto de los Santos Nombres del Señor,
hare Krishna, hare Krishna, krishna Krishna, hare hare
hare Rama, hare Rama, Rama Rama, hare hare
enseguida estará cualificado para realizar toda ceremonia de sacrificio, ya que ha neutralizado de golpe todas las consecuencias de sus faltas con el canto de los Santos Nombres.
«El servicio de devoción puro cumplido en la consciencia de Krishna representa la fuente de luz más grande. Y su luz brilla con el brillo ardiente del fuego de un bosque