humanidad. Pero aparte de su misión de alejar de la influencia ilusoria de la energía material a las almas encarnadas y condicionadas por la materia que languidecen en la existencia material, no tienen nada que hacer en este mundo.
Todos los planetas están habitados.
Krishna, el Rey Soberano de los reyes ha creado los diversos planetas y lugares donde habitan los seres vivos según su ocupación y los atributos de la naturaleza material que actúan sobre ellos, y también ha creado a sus diversos monarcas y gobernantes.
El Señor Krishna es el Rey que domina a todos los demás reyes, y es Él quien ha creado diferentes planetas para diferentes tipos de seres vivos. Incluso en el planeta que habitamos, hay diferentes lugares de residencia para diferentes tipos de personas. Hay desiertos, tierras heladas, valles en regiones montañosas, y en cada uno de estos lugares viven diferentes tipos de hombres que nacen bajo diferentes influencias materiales según sus actos pasados. Así, los nómadas que habitan el desierto de Arabia, los habitantes de los valles del Himalaya y los habitantes del Polo difieren entre sí. Del mismo modo, hay una gran variedad de planetas, cada uno con diferentes condiciones de vida. Hay, por ejemplo, varios planetas por debajo de la Tierra, hasta el llamado Patala, y todos ellos están habitados por diferentes seres. En contra de lo que creen los científicos modernos, ningún planeta está deshabitado.
El Señor dice a este respecto que los seres vivos están presentes en todas las esferas de la existencia. No hay duda de ello. Los otros planetas también están habitados, y a veces por seres más inteligentes y mejor situados que nosotros, y sus condiciones de vida son más fastuosas que las nuestras en la Tierra. Pero también hay seres que, por sus acciones pasadas, se ven obligados a vivir en otros planetas más allá del alcance del sol. La condición de cada ser es así determinada por el Señor Supremo, de acuerdo con la atmósfera particular del planeta, se concede un tipo específico de cuerpo al ser espiritual que ha de encarnar allí. En realidad, todos los planetas de nuestra galaxia «La Vía Láctea», así como de todas las galaxias del cosmos material, están habitados. Hay innumerables gobernantes en los distintos planetas que pueblan la galaxia: el ser celestial amo del sol y el de la luna, Indra en los planetas celestes, Vayu, Varuna, así como los de Brahmaloka, el planeta donde vive Brahma. Todos ellos son siervos obedientes del Señor, y siempre que surge alguna perturbación en la administración de los innumerables planetas de las distintas galaxias, estos gobernantes rezan para que el Señor intervenga. Y es entonces cuando el Señor desciende a este mundo.
El Señor aparece en todas las épocas, cuando los gobernantes sumisos se encuentran en problemas. También desciende para el placer de Sus devotos puros. Los gobernantes sumisos y los puros se someten estrictamente a sus órdenes y nunca violan su voluntad. Por eso, el Señor está siempre muy atento a ellos. Cada vez que