La verdad es que Krishna, Dios, la Persona Suprema no desea ver a nadie actuar de forma pecaminosa, e incluso implora a cada ser vivo, a través de su buena conciencia, que se abstenga de pecar. Sin embargo, cuando alguien insiste en hacer el mal, el Señor Supremo le da permiso para satisfacer sus deseos a su propio riesgo, ya que tendrá que sufrir las consecuencias. Nadie puede hacer nada sin el consentimiento del Señor, pero el Señor es tan benévolo que cuando el alma condicionada persiste en su deseo, le permite actuar por su cuenta y riesgo.
El Señor Krishna declara: «Sólo aquellos que se rinden a Mí pueden superar la influencia de la energía material».
Por lo tanto, nadie debe creerse un alma liberada, inmune a la influencia de maya, la energía de la ilusión. Cada uno de nosotros debe realizar el servicio devocional con gran cuidado, adhiriéndose estrictamente a los principios regulativos. Así es como uno puede permanecer fijo en el Señor; de lo contrario, la más mínima desatención será desastrosa. El Señor siempre está dispuesto a disculpar a Sus devotos, pero si alguno de ellos se aprovecha de Su indulgencia para cometer deliberadamente repetidos errores, el Señor no dejará de castigarlo dejándolo caer en las trampas de la energía ilusoria. En otras palabras, el conocimiento teórico adquirido a través del estudio de las sagradas escrituras es insuficiente para protegernos de las garras de maya. Debemos apegarnos firmemente al Señor en el servicio devocional si queremos mantener una posición segura.
Todos los seres vivos están bajo el dominio de Dios, la Persona Suprema. Sin embargo, por falso orgullo, hay una cierta clase de mujeres que desean seguir siendo independientes. No sólo las mujeres, sino de hecho todos los seres vivos son de naturaleza femenina. Por lo tanto, dependen del Señor Supremo. El ser encarnado nunca es independiente; en todas las circunstancias depende de la misericordia del Señor. Todos los miembros de la sociedad permanecen bajo la constante dominación del Señor Supremo. Sin embargo, hay tontos que niegan la existencia de Dios. La realización espiritual consiste en comprender la propia posición de subordinación a Dios. Una vez iluminado por este conocimiento, uno se rinde al Señor Supremo y se libera de las garras de la energía material. En otras palabras, si no nos rendimos al Señor, la energía material en todos sus aspectos seguirá dictándonos. Nadie en este mundo puede negar que está dominado. El Señor Soberano, Krishna, que trasciende la existencia material, gobierna realmente el destino de todos los seres.
Dios sigue siendo el Maestro Supremo que domina a todos los seres; la realización espiritual consiste en comprender esto. A veces uno se pregunta por qué el Señor Supremo ha creado este universo material, donde los seres vivos que están atrapados en él deben experimentar tanto sufrimiento. La verdad es que Dios, la Persona Soberana, no desea crear este universo material simplemente para infligir sufrimiento a los seres condicionados; lo crea sólo porque ellos quieren experimentar los placeres que este mundo puede ofrecer.