¿Cuál es el propósito de la forma humana?
La forma humana tiene como propósito liberarnos del cautiverio material.
Mientras el hombre permanezca absorto en acciones egoístas, sus pensamientos serán arrastrados por el torbellino de la energía material, de ahí su sucesivo encarcelamiento en diversos cuerpos materiales.
Por lo tanto, el hombre debe vivir con el único propósito de regresar a Dios, a Su morada original, para no asumir ningún cuerpo material efímero, ya sea placentero o desagradable, poniendo así fin al ciclo de muerte y renacimiento repetidos en este mundo. La verdadera inteligencia es la que lleva al hombre a comprender que la única perspectiva que tiene es la de desear que su existencia tenga este único propósito.
Recordemos siempre que la creación material existe solo para la salvación de las almas condicionadas. Es en verdad con este propósito que, a través de Su misericordia sin causa, el Señor desciende sobre varios planetas de este mundo y muestra allí Sus actos espirituales y absolutos.
Las almas, eternamente condicionadas por la materia, tienden a subyugar la naturaleza material.
Por eso, la creación cósmica material está diseñada para estas almas condicionadas por dos razones: primero, pueden satisfacer su tendencia a dominar la manifestación ósmica, y segundo, se les concede la oportunidad de regresar a Krishna, la Suprema Personalidad de Dios.
Tras la disolución o el «fin del mundo» de la manifestación cósmica, la mayoría de las almas condicionadas se funden en la existencia de la Suprema Personalidad de Dios, quien se sumerge entonces en un sueño místico, y se manifestarán de nuevo en la siguiente creación.
Sin embargo, quienes han obedecido el sonido trascendente de las sagradas escrituras originales y han alcanzado el nivel de retornar a Dios recuperarán sus cuerpos espirituales originales tras abandonar sus envolturas materiales de materia densa y etérea.
El olvido de la relación que une a los seres encarnados con Dios es el origen de los cuerpos materiales que deben asumir. Pero en Su infinita misericordia, el Señor, a través de diversos Avatares, da origen a las Sagradas Escrituras originales para ayudar a estas almas condicionadas a recuperar su posición original con ocasión de la manifestación cósmica. Las formas materiales, de materia densa y etérea, se deben únicamente a la ignorancia del alma condicionada, y tan pronto como el ser se entrega al servicio amoroso del Señor, se libera inmediatamente de esta atadura.


