Las cuatro eras —la Edad de Oro, la Edad de Plata, la Edad de Cobre y la Edad de Hierro— se suceden en orden cronológico. Pero a veces se superponen. Durante el reinado de Vaivasvata Manu (la palabra sánscrita Manu significa «el padre de la humanidad»), por ejemplo, en el vigésimo octavo ciclo de cuatro eras, la tercera precedió a la segunda. En esta era, el Señor Krishna también eligió aparecer, y por esta razón, el curso normal del tiempo experimentó ciertas alteraciones.

En la Edad de Oro, todos los seres humanos, mujeres, hombres y niños, estaban bajo el signo de la virtud, pero desde la llegada de la Edad de Plata y la Edad de Cobre, hemos presenciado el declive gradual de la virtud y la degradación de la humanidad. En la era actual, la que vivimos, la Edad de Hierro, la virtud es prácticamente inexistente.

¿Qué conduce a la vida eterna?

En efecto, la escucha sistemática o la lectura atenta de los sublimes pasatiempos, atributos, cualidades, excelencias y santos nombres de Krishna, la Suprema Person alidad de Dios, conduce a la vida eterna.

Todos aquellos que deseen alcanzar la perfección total de la existencia deben escuchar con oído sumiso o leer con gran atención todo lo relacionado con los pasatiempos, atributos, cualidades y excelencias espirituales y absolutos de la Suprema Personalidad de Dios.

La escucha o lectura sistemática implica un conocimiento cada vez más profundo de la persona de Dios tal como realmente es, lo que a su vez conduce a una evolución hacia la vida eterna.

Además, glorificar los actos sublimes del Señor Krishna es precisamente el remedio prescrito que neutraliza las dolencias del nacimiento, la enfermedad, la vejez y la muerte, que afligen a todos los seres condicionados materialmente. Alcanzar ese nivel de perfección es la meta de la vida humana y el logro de la dicha espiritual.

¿Qué se debe hacer para acceder a los planetas espirituales del mundo espiritual y qué se debe hacer para entrar en el reino de Dios?

Solo la entrega a Krishna, Dios, la Suprema Personalidad, y el deseo de servirle con amor y devoción permiten acceder a los planetas espirituales.

La condición espiritual existe en el plano absoluto, pero se revela en toda su verdad al espiritualista que posee el conocimiento de este alto nivel de conciencia pura y que desea indagar en las enseñanzas de Dios.

En realidad, los espiritualistas son de dos tipos: los impersonalistas, que creen únicamente en la forma espiritual de Dios, y los devotos de Krishna, que lo conocen tal como realmente es, es decir, en su forma personal, primordial, original, infinita y absoluta.