Para el hombre común, aquel que anhela dominar la naturaleza material, el Señor actúa solo como testigo y consentidor; jamás da instrucciones a los incrédulos sobre el retorno a Él. Tal es la diferencia entre la relación del Señor con creyentes e incrédulos.

Pero, así como el monarca gobierna a todos sus súbditos, prisioneros o libres, el Señor sigue siendo, en última instancia, el guía y soberano de todos los seres. No obstante, su relación con los seres cambia según sean creyentes o incrédulos. Los incrédulos nunca se molestan en aceptar ninguna directiva del Señor; por lo tanto, para ellos, Él permanece en silencio, aunque nunca deja de ser testigo de todas sus acciones y de concederles los frutos, buenos o malos. Los creyentes o devotos, en cambio, trascienden el bien y el mal materiales, progresando en el sendero espiritual, sin desear nada de la materia.

El devoto también conoce a Sri Krishna como el Narayana original, pues Karanodakasayi Visnu, la fuente primigenia de toda la creación material, es una emanación plenaria de Sri Krishna. Ahora bien, Sri Krishna, el Señor Supremo, siempre desea la compañía de Sus devotos puros, y para quienes viven en la Tierra, solo para ellos, para inspirarlos, Él desciende aquí abajo. Cuando aparece así, lo hace por su propia voluntad, sin estar obligado por las leyes de la naturaleza material. Por esta razón se le llama el Todopoderoso, pues nunca está sujeto a las leyes de la naturaleza material.

¿Cuál es la causa del acortamiento de la vida, la disminución de la duración de la existencia?

Quien ofenda o mate a un hombre sabio, una mujer, una vaca, un niño o un anciano, verá su vida disminuida o acortada.

Este sistema de protección, que abarca a toda la sociedad, se basa en los rasgos que distinguen a una civilización de hombres consumados de la de hombres-animales, incluso los refinados. Está estrictamente prohibido matar a un erudito sabio, una vaca, una mujer, un niño o un anciano. Además, la más mínima ofensa contra ellos acorta la existencia del culpable.

En la era actual, estos principios apenas se observan, de ahí el considerable sufrimiento que padecen los seres humanos. Desde el momento en que las mujeres, desprotegidas, se corrompen, nacen hijos no deseados. Por otro lado, quien ofenda a una mujer casta verá caer sobre él la desgracia en forma de una vida acortada.

Estos son solo algunos ejemplos de las leyes inflexibles del Señor.

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