El servicio devocional a Krishna es la manifestación del amor por Su Divina Persona.
En cinco versos sublimes, el Señor Supremo, Krishna, nos permite conocer la ciencia de Dios, la ciencia devocional, que no es otra cosa que la manifestación del amor por Su Persona Divina.
Cuando la experiencia puramente espiritual es estimulada por la cognición y el servicio [servicio de amor y devoción ofrecido al Señor Supremo, caracterizado por el compromiso, una vez purificados los sentidos, de ponerse al servicio de los sentidos de Dios], se despierta entonces la devoción por excelencia y sin mezcla, cuya marca es el amor a Dios, hacia Krishna, el amado de todas las almas.
«La devoción más elevada se alcanza gradualmente esforzándose constantemente por la autorrealización mediante el testimonio de las escrituras, la conducta teísta y la perseverancia en la práctica.»
«Estas prácticas devocionales preliminares conducen a la realización de la devoción amorosa. Ningún bienestar supera tal devoción, que va acompañada del acceso al estado exclusivo de dicha suprema, que conduce a Mí.»
«Dejando atrás todas las obras meritorias, sírveme con fe. La realización corresponderá a la naturaleza de la propia fe. Los ciudadanos del mundo trabajan constantemente hacia algún ideal. Meditando en Mí a través de las propias obras, uno adquirirá la devoción marcada por el amor en forma de servicio supremo.»
«Yo soy la semilla, es decir, el principio fundamental de este mundo de entidades móviles e inmóviles. Yo soy la sustancia de la materia, la causa material y la causa eficiente.»
¿Cómo puede uno acercarse a Dios, verle cara a cara y permanecer con Él eternamente?
La verdad es que sólo a través del servicio amoroso y devocional podemos acercarnos a Krishna, Dios, la Persona Suprema y Soberana, verle cara a cara, morar con Él, estar en Su presencia todo el tiempo y convertirnos en Su eterno siervo o eterna sierva.
Para lograrlo, debemos absolutamente, con sinceridad, sencillez y humildad, renovar el vínculo de amor que nos une a Él, obedecerle, hacer Su divina voluntad, amar para complacerle, hacer todo lo posible para hacerle constantemente feliz, vincular nuestros deseos e intereses a los Suyos, abandonarnos totalmente a Él y servirle con amor y devoción.