Si uno se convierte en Mi devoto y se entrega plenamente a Mí, Yo le presto especial atención.
Sólo a través del servicio devocional puede uno conocerme tal como soy. Y el ser que, a través de tal devoción se vuelve plenamente consciente de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto.
Sólo sirviéndome con amor y devoción indivisos puede uno conocerme tal como soy, de pie ante ti y también, en verdad, verme.
Así, y sólo así, puede penetrarse el misterio de Mi Persona.
Puedes proclamarlo con fuerza, Mi devoto nunca perecerá.
Llena siempre tu mente de Mí y conviértete en un devoto pleno de Mí, dedícame constantemente tu adoración y simplemente entrégate a Mí. Esta es la única manera de alcanzar Mi reino. Te revelo aquí el más secreto de los conocimientos, pues eres Mi infinitamente querido amigo.
Los hombres liberados de las dualidades (verdadero-falso, justo-derecho, victoria-derrota, bueno-malo, caliente-frío, etc.), los frutos de la ilusión, los hombres que en sus vidas pasadas como en esta vida fueron virtuosos, los hombres en quienes el pecado ha terminado, éstos Me sirven con determinación.
Aquel que conozca lo absoluto de Mi venida y Mis actos ya no tendrá que renacer en el universo material. Después de abandonar su cuerpo, entrará en Mi reino eterno.
Cuando lleguen a Mí, los seres santos imbuidos de devoción, esas almas nobles, habiendo ascendido así a la más alta perfección, no volverán nunca más a este mundo efímero donde reina el sufrimiento.
Deseo ver felices a todos los seres de este mundo.»
Bienaventurados todos aquellos que se rinden a Dios, porque conocerán la paz absoluta y la verdadera libertad.
Bienaventurados todos aquellos que se rinden a Krishna, Dios, la Persona Suprema, que Le obedecen, hacen Su divina voluntad y Le sirven con amor y devoción, porque tienen asegurada Su divina protección.
El Señor Supremo mismo protege a Sus devotos puros, o envía a Sus mensajeros para que cuiden de ellos. Los mensajeros personales de Dios, Sus ayudantes celestiales, están siempre dispuestos a proteger a los siervos y siervas del Señor Supremo de sus enemigos, de los seres envidiosos y malvados, de los desastres naturales y de cualquier otro peligro que puedan encontrar en este mundo. Que confíen en la protección que les brinda el Señor Krishna.