Así termina la misión que Krishna, Dios, la Persona Suprema me ha encomendado, de entregar a los seres humanos, a toda la humanidad, las claves de la verdad.
Como digno siervo eterno de Dios, me complace revelar a los seres humanos el conocimiento de Krishna, el Señor Supremo, en su forma real, personal y original, difundir la verdad existencial, dar las claves de la verdad absoluta, difundir su enseñanza divina pura en beneficio de toda la humanidad, y conducir así a todos los seres humanos sin excepción hacia Dios.
Esta es la misión que he recibido de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Cuando un alma espiritual se encarna en un cuerpo humano por la gracia y la misericordia de Dios, es para alcanzar la realización espiritual y llegar al objetivo último de la existencia, Krishna, la Persona Suprema.
Así, aprende que la vida humana está destinada a permitirle reavivar su relación de amor eterno con el Señor, y todos los mandatos religiosos sirven para despertar esta naturaleza adormecida.
Desarrollar el amor a Dios es la más alta perfección de la existencia.
La palabra y las enseñanzas de Krishna, Dios, la Persona Suprema, están destinadas especialmente a iluminar a la humanidad sobre la Verdad Absoluta, es decir, Dios, el Ser Soberano.
En verdad, es imposible alcanzar la verdadera inmortalidad sin entrar en contacto directo con Dios, la Persona Suprema, y la manera más segura de establecer este contacto es entregarse a Él y servirle con amor y devoción. Dado que permite este contacto, el servicio devocional corresponde a la verdadera inmortalidad.
Si el Señor instruye a toda la humanidad en el conocimiento espiritual, en la ciencia de Dios, es porque desea profundamente que este conocimiento se difunda entre las almas encarnadas para su beneficio, pues han olvidado el vínculo que las une al Señor.
El objetivo último del conocimiento espiritual y de la ciencia de Dios es conocer al Señor como realmente es.
De hecho, el Señor desea profundamente ver a las almas encarnadas, los fragmentos infinitesimales de Su Persona que todos somos, regresar a Él en Su reino eterno de paz, dicha, conocimiento y eternidad, para experimentar una existencia de dicha eterna. Volvamos a Krishna, Dios, la Persona Suprema, porque Él es la mayor clave sublime y fundamental para la comprensión, el logro espiritual, la verdadera felicidad y la entrada en el reino de Dios.
Nada ha causado Su existencia, pues Él es el origen, la fuente de todo lo que es, la causa de todas las causas, todo emana de Él. Todo existe sólo por su presencia activa y su apoyo. Es Su gracia la única que trae al ser vivo la bendición de este sublime conocimiento perfecto.
Su pura palabra divina y su sublime enseñanza nunca desaparecerán. Por lo tanto, lo he revelado como nunca ha sido revelado.
Me he mantenido fiel a la verdadera y pura palabra de Dios, a su propia enseñanza sublime y salvadora, que os transmito tal cual, sin añadir nada, sin quitar nada y sin cambiar nada tampoco.
Es con un placer no disimulado que digo a todos los seres humanos sin excepción: Aquí está el Señor Krishna, Dios, la Persona Suprema.