El Señor continúa: El hombre que está así iluminado tiene completo control sobre su mente e intelecto, renuncia a todo sentido de posesión y actúa sólo para satisfacer sus estrictas necesidades vitales. Así, ni el pecado ni las consecuencias del pecado le alcanzan.

El ser consciente de Krishna, porque sabe que es una pequeña parte del Señor, una parte integral de Su Persona Divina, es consciente de que su papel en relación con el Señor Krishna no depende de sí mismo, sino de Dios. Todo se hace bajo la guía del Señor Krishna.

El devoto puro de Krishna siempre une sus deseos e intereses con los de Dios, la Persona Suprema, y actúa constantemente en armonía con el Todo, Krishna. El hombre consciente de Krishna cuida de su cuerpo, pero sólo con el propósito de utilizarlo al servicio del Señor. De este modo, está protegido de las consecuencias de todo lo que hace y, por tanto, libre de todo karma.

El Señor afirma a este efecto: El Señor está en el corazón de todos los seres y dirige las andanzas de todos, cada uno como en una máquina hecha de energía material (el cuerpo).

Todos nosotros, sin excepción, estamos hechos con el mismo propósito, servir a Krishna.

En verdad, aunque todos somos seres espirituales individuales distintos de Krishna, Dios, la Persona Suprema, seguimos siendo eternamente pequeños fragmentos o parcelas de Dios, partes integrantes de Su Persona divina.

Sólo la ignorancia de la verdad y la influencia de maya, la ilusión, nos hacen creer que los vínculos materiales y efímeros con nuestra familia son más importantes que los vínculos espirituales y eternos con Krishna. El Señor nos revela que el ser viviente, el eterno siervo de Krishna, no puede separarse de Su Divina Persona, y que su sentimiento de existir fuera de Él es pura ilusión. El ser separado, como parte integral del Señor Supremo, tiene un deber definido hacia Él, que es servirle con amor y devoción. Si lo olvida, se ve obligado a habitar en los cuerpos de seres celestiales, humanos, animales y plantas durante periodos de tiempo interminables. Todos estos cuerpos tienen su origen en el olvido del servicio devocional ofrecido al Señor. Sin embargo, este velo de ilusión puede ser removido de inmediato, si uno sirve a Krishna con amor y devoción, en conciencia de Dios.