Aquel cuyo conocimiento espiritual ha desarraigado sus dudas y que, habiendo renunciado a los frutos de sus actos, se ha establecido firmemente en la conciencia de su ser real, permanece libre de las cadenas de la acción. Debes, armado con la espada del conocimiento, cortar las dudas que la ignorancia ha hecho brotar en tu corazón.
La enseñanza que Krishna, Dios, la Persona Suprema acaba de transmitirnos describe la función eterna del ser vivo que cada uno de nosotros es. Este conocimiento divino incluye dos formas de sacrificio: el abandono de todas las posesiones materiales y la profundización puramente espiritual del verdadero yo, es decir, la comprensión de que somos un alma espiritual y no un cuerpo de materia.
Si no estamos motivados por la búsqueda de la realización espiritual, el sacrificio de nuestras posesiones es sólo un acto material. Por el contrario, si lo hacemos con un propósito espiritual, si servimos a Krishna con amor y devoción, será perfecto.
También en el plano espiritual encontramos dos formas de actividad, una dedicada a comprender nuestra naturaleza y posición en relación con Dios, y la otra dirigida a conocer la verdad sobre Dios, la Persona Suprema. Quien estudie el Bhagavad-gita [Palabras de Krishna, Cristo, Dios, la Persona Suprema] en su totalidad, asimilará sin dificultad el conocimiento espiritual en estos dos aspectos. Conocerá sin dificultad la naturaleza espiritual del ser, parte integrante de Dios, y posteriormente la naturaleza absoluta de los actos del Señor.
El Señor es, sin duda alguna, la Persona Suprema y Sus actos trascienden la materia. Quien ha comprendido esta verdad se libera de las garras de la materia en cuanto comienza a estudiar el Bhagavad-gita, también llamado «la canción del Señor» [palabras de Krishna, Cristo, Dios, la Persona Suprema].
El propósito de la creación material, el verdadero objetivo de la existencia.
Krishna, Dios, la Persona Suprema, cuya forma es todo conocimiento, dicha y eternidad, es el Maestro de todos los poderes sobrenaturales. Él está más allá de la manifestación material, así como su causa. Él es la causa de todas las causas, y de Todo Él es el Maestro original. La manifestación cósmica descansa únicamente en Él. Él es el Amo Supremo del cosmos, y el cosmos ha sido creado, en verdad, con el único propósito de exhibir Sus entretenimientos.
En verdad, la creación material se manifiesta temporalmente y luego se destruye con el único propósito de instruir al ser espiritual encarnado que está condicionado por la naturaleza material y la energía de la ilusión y permanece apegado a lo efímero.
Por lo tanto, también está destinado a permitirle alcanzar la realización espiritual, mientras que aquellos que están apegados a los frutos de sus acciones ven la búsqueda del placer de los sentidos como el objetivo principal de su existencia y no son conscientes de que el universo material es un mundo de sufrimiento y peligro perpetuos.