La acción no Me afecta y no aspiro a sus frutos. Quien Me conoce como tal tampoco se enreda en las redes [trampas] del karma.
En la fuerza de este conocimiento han actuado todas las grandes almas de tiempos pasados, y así han alcanzado la liberación. Camina, pues, tras las huellas de los antiguos, y cumple con tu deber en esta conciencia divina. Incluso el hombre inteligente se queda perplejo cuando se trata de determinar qué es acción y qué es inacción. Ahora te enseñaré la acción, y este conocimiento te librará de todo pecado. La naturaleza de la acción es muy compleja, difícil de entender. Por lo tanto, es necesario distinguir entre acción legítima, acción condenable e inacción.
El que ve la inacción en la acción y la acción en la inacción se distingue por su inteligencia, y aunque se dedica a todo tipo de acciones, se encuentra en un nivel puramente espiritual.
Aquel que en la acción se ha liberado de todo deseo de disfrute material puede considerarse firmemente establecido en el conocimiento. Los sabios dicen que el fuego del conocimiento perfecto ha reducido a cenizas las consecuencias de sus actos. Totalmente desprendido de los frutos de sus acciones, siempre satisfecho y autosuficiente, no actúa materialmente, aunque está continuamente activo. El hombre así iluminado tiene perfecto control sobre su mente y su inteligencia. Renuncia a todo sentido de la posesión y sólo actúa para satisfacer sus estrictas necesidades vitales.
Así, ni el pecado ni las consecuencias del pecado le alcanzan. Aquel que, libre de dualidad y envidia, ve el fracaso y el éxito con el mismo ojo, satisfecho con lo que le resulta natural, aunque actúe, nunca se estanca. Las acciones de aquel que, firme en el conocimiento absoluto, no está influenciado por las tres gunas, son puramente espirituales, realizadas para la única satisfacción de Yajna [Krishna]. El hombre que está completamente absorto en la conciencia de Krishna tiene la seguridad de alcanzar el reino eterno, porque sus acciones son todas puramente espirituales, y mediante la oblación y la ofrenda, participan de lo absoluto.
El hombre que actúa de acuerdo con los principios de la conciencia de Krishna es el espiritualista y místico más elevado y perfecto. Pero no sólo los devotos de Krishna ofrecen sacrificios. También hay personas que ofrecen sacrificios a seres divinos, o al Ser Espiritual Supremo Impersonal [el único aspecto de Dios conocido por los creyentes en la tierra]. Dependiendo de la naturaleza de sus destinatarios, estos sacrificios adoptan diferentes formas, pero esta diversidad es superficial, ya que todo sacrificio se dirige en última instancia al Señor Supremo, Krishna.
Algunos sacrifican el oído y otros sentidos en el fuego de la mente dominada, y otros ofrecen el sonido y otros objetos sensoriales en el fuego del sacrificio.