El Señor dice al respecto: Nadie puede darme tanto placer mediante la especulación filosófica, el yoga o la austeridad como mediante la práctica del servicio devocional.

El Señor añade: Sólo a través del servicio devocional puede uno conocerme tal como soy. Y el ser que a través de tal devoción llega a ser plenamente consciente de Mi Persona, puede entonces entrar en Mi reino absoluto. Sólo sirviéndome con amor y devoción indivisos puede uno conocerme tal como soy, de pie ante ti y también, en verdad, verme. Así, y sólo así, se puede percibir el misterio de Mi Persona.

Doy fe y refugio a todo aquel que se rinde a Mí y jura servirme para siempre, pues tal es Mi naturaleza.

El Señor sólo es querido por Sus devotos, y sólo a través del servicio devocional se puede llegar a Él. Aunque sea de la condición más baja, el devoto queda automáticamente limpio de toda impureza. El servicio devocional es el único camino hacia Dios, la Persona Suprema. Esta es la única perfección.

La persona que se establece en la práctica del servicio devocional naturalmente ve desvanecerse sus tormentos materiales. A medida que progresa en este camino, adquiere amor por Dios y, desarrollando este sentimiento sublime por Krishna, Dios, la Persona Suprema, se libera de toda esclavitud material.

Nuestra verdadera ocupación es el servicio devocional, y nuestro objetivo final es el amor a Dios.

Renovemos nuestro vínculo con Dios y entremos en la vida real.

El propósito de la vida es permitirnos alcanzar la realización espiritual y restaurar nuestra relación olvidada con Krishna, Dios, la Persona Suprema.

Si queremos restablecer nuestra relación con Dios, primero debemos purificar nuestro corazón. Cantando «Haré Krishna» en todo momento, la oscuridad que vela nuestra verdadera identidad espiritual se desvanecerá y nuestro corazón se volverá puro. Entonces se nos revelará nuestra posición natural y original.

Nunca encontraremos un método de realización espiritual para la época actual tan sublime como este canto sánscrito:

Haré Krishna, haré Krishna, Krishna Krishna, haré haré /
Haré Rama, haré Rama, Rama Rama, haré haré.

El canto de los Santos Nombres de Krishna significa: O Señor, o fuente de toda felicidad, por favor hazme tu amado siervo.

Krishna y Rama son los Nombres de Dios, y Haré no es otra cosa que Su energía interior, Su dichosa energía. Cantar los Santos Nombres del Señor Supremo permite a uno:

Eliminar todos los pecados acumulados en todas nuestras vidas anteriores, purificar nuestro corazón contaminado, liberarnos del aprisionamiento en la materia en este mundo material, obtener conocimiento espiritual, progresar y hacer surgir todas las formas de servicio devocional, despertar nuestro amor por Krishna, Dios, la Persona Suprema, saborear la felicidad espiritual, obtener la compañía de Dios y dedicarse a Su servicio de amor devocional.

Sólo recitando o cantando «Haré Krishna», podemos recuperar nuestro cuerpo espiritual original y volver a Dios, a nuestro verdadero hogar para la eternidad.