Cuando el ser vivo ve algo con sus ojos, debe comprender que su visión actúa sólo en segundo lugar, después de la del Alma Suprema. Dios mismo lo ve todo antes de que sea visible para nosotros. Lo mismo ocurre con todos los sentidos. El Señor Krishna es el Maestro de todos los seres vivos y el Supremo Maestro de todos los cuerpos materiales, pues nadie puede alcanzar sus fines sin Su permiso. Sólo Él confiere los frutos de todos los actos.

En verdad, la actividad real de los órganos de los sentidos, ya sea la mente, el ojo, la lengua, la nariz, el oído y la piel para el tacto, o cualquier otro órgano de percepción y acción, está destinada a ser puesta al servicio exclusivo de Dios, para servirle plenamente, y el fruto resultante debe ser ofrecido al Señor y sólo a Él.

A menos que utilice sus sentidos de esta manera, el alma condicionada no puede ni siquiera pensar en escapar de la terrible espiral de la existencia material, y tendrá que sufrir a causa de su egoísmo y codicia.

Sin Krishna, Dios, la Persona Suprema, los seres vivos, los seres celestiales, los seres humanos, los animales y las plantas, no son nada ni pueden hacer nada.

No pueden ver, oír, oler, sentir o actuar sin el principio activo que no es otro que Dios mismo.

Dios, el Supremo Eterno, reside en el corazón de todos los cuerpos de materia, celeste, humana, animal y vegetal, y mantiene activos todos estos cuerpos de materia inerte. Por eso, todos estos cuerpos móviles y quietos son templos de Dios. Él es el Maestro Supremo, el Guía Supremo, el Consejero Supremo y el testigo de todas nuestras acciones.

Sólo el Señor dirige los sentidos. Por lo tanto, a menos que estemos facultados por Su energía, nuestros sentidos no pueden actuar, ya que es Dios mismo quien activa la mente y los sentidos. En otras palabras, sólo Dios ve, sólo Él actúa, sólo Él escucha, porque Él es el principio activo y el Maestro Supremo.

En verdad, nadie debe destruir ninguno de estos cuerpos, pues eso es llegar al alma espiritual individual que cada uno de nosotros es, y a Dios, el Alma Suprema.

Los cuerpos tienen cinco órganos de percepción, cinco órganos de acción y la mente, pero éstos son realmente sólo materia inerte. Como sólo es una masa de materia, el cerebro no tiene poder para actuar por sí mismo. Sólo puede funcionar cuando se le suministra la energía del Señor Supremo.

Krishna, Dios, la Persona Suprema activa y aviva el cuerpo material, los sentidos, el aliento vital, el corazón, y los hace cobrar vida. Sin el Señor, el ser vivo no es nada y no puede hacer nada. No puede ver, oír, oler, sentir, saborear o actuar sin el principio activo, Dios.