Todos somos servidores eternos de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Nos hemos olvidado de Dios, del vínculo que nos une a Él, de quiénes somos realmente, y de cómo salir de este mundo ilusorio en el que tenemos que pasar por la rueda del tiempo, por renacimientos o reencarnaciones y por muertes repetidas, y en cada vida experimentamos estos cuatro sufrimientos: nacimiento, enfermedad, vejez y muerte.
Hemos olvidado a Dios y el servicio de amor y devoción que debemos ofrecerle. Por eso estamos perdidos en este mundo de muertes y reencarnaciones sucesivas, donde el sufrimiento es permanente.
En realidad, el olvido viene de la muerte. Cuando morimos, tenemos que cambiar nuestro cuerpo, y es este cambio de cuerpo lo que provoca el olvido.
Es importante que cada ser vivo, cada ser espiritual encarnado, conozca su naturaleza intrínseca, la del Señor, la de la energía material y su interconexión. Lo primero que hay que hacer es buscar conocer la verdadera naturaleza de Krishna, Dios, la Persona Suprema.
Sólo hay un Dios, Krishna, la Persona Suprema.
Dios Es, ya que es la fuente de todo lo que existe, y la causa de todas las causas. Sin Krishna, Dios, la Persona Suprema y Soberana, nada existe. Todo lo que existe tiene un origen, y el origen de todo es Krishna. Él es el Único Absoluto sin segundo.
El Señor tiene un cuerpo eterno, consciente y dichoso, y su energía espiritual se caracteriza por la eternidad, el conocimiento y la dicha. En Su aspecto extático Él es la fuente del poder dichoso, en Su aspecto eterno Él es la causa de todo lo que existe, y en Su aspecto consciente Él encarna el conocimiento supremo. Él es la reserva de todo conocimiento, placer y eternidad.
Toda la manifestación cósmica no es más que una combinación de las energías inferiores y superiores del Señor, y la fuente de todas estas energías es Krishna, Dios, la Persona Suprema.
El Señor dice: Realmente no hay nada que exista aparte de Mí, eso es lo que debes entender claramente.
Dios es la realidad última, la única. No hay otra existencia que la de Krishna, Dios, la Persona Suprema. No existe nada más que Él y sólo Él. Él es el único ser vivo que existe. Todos somos, en efecto, diminutos fragmentos de su Persona Divina.
Verdaderamente, las almas espirituales individuales y distintas de Dios, que cada uno de nosotros es, son átomos espirituales también llamados chispas espirituales, diminutos fragmentos eternos, diminutas parcelas eternas, partes integrales de Krishna, Dios, la Persona Suprema.