Logos 370
Con respecto a la vida eterna, Dios dice: «Respondo a la adoración del creyente piadoso según el sentimiento trascendental particular que lo anima, tal es Mi naturaleza. El servicio devocional que Me ofrecen los seres vivos revive la vida eterna en ellos.»
Las verdaderas relaciones que deben tener los seres humanos entre sí son las que se dan a nivel del alma, basadas en los vínculos que los unen con el Alma Divina, Dios, pues las relaciones de alma a alma se establecen a partir del vínculo que une a cada persona con el Alma Suprema. Estas relaciones basadas en el alma conducen a la liberación espiritual, ya que tienen a Dios mismo como vínculo firme.
Sólo el ser humano de inteligencia limitada ignora que la libertad no existe en este mundo, pues está sometido a las leyes divinas. Que sus pensamientos, palabras y acciones son controlados por Dios y sus ayudantes celestiales, y que será responsable ante la justicia divina. Que su comportamiento determina cuál será su próxima existencia y el cuerpo que le corresponderá. Que sus pensamientos, palabras y acciones tendrán consecuencias buenas o malas. Que si no escuchan a Dios y hacen lo que Él dice, se hundirán inexorablemente en la materia, se convertirán en esclavos de ella y, sujetos a la oscuridad de la ignorancia, no volverán a ver a Dios.
Entregarse a Dios y servirle con amor y devoción es la perfección de la existencia y la vida eterna.