Logos 85
El universo creado está repleto de innumerables y variados seres que abarcan 8.400.000 formas de vida, de las que se dice que algunas son superiores y otras inferiores. El hombre es considerado un ser superior, pero hay varios tipos de hombres, buenos, malos, honestos…
El resplandor espiritual del cuerpo absoluto de Krishna, Dios, que es omnipresente, infinito e insondable, es la causa de la creación de los innumerables planetas, cada uno con su propia atmósfera y condiciones de vida. Este resplandor hace posible la creación de todo el universo por la fuerza de su poder. Es ilimitada e insondable, la semilla misma de la creación, y tiene su fundamento en el Señor. Por tanto, Dios es la causa suprema y absoluta de toda la creación.
El Señor crea a través de sus innumerables energías. El Señor, mediante el poder de su resplandor, esparce semillas de infinita variedad para que sean atendidas por seres como Brahma, el demiurgo y primer ser creado, para que puedan crecer. No puede crear las semillas, pero sabe cómo hacer que el árbol brote al igual que un jardinero riega sus plantas y árboles en su huerto para estimular su crecimiento.
Logos 86
El Señor, como Alma Suprema (también llamada Espíritu Santo) en cada ser desde Brahma, el primer ser creado, hasta la diminuta hormiga, otorga a cada uno el conocimiento indispensable, que ya existía en potencia.
Condicionado por la materia, el ser espiritual encarnado en un cuerpo humano es susceptible de olvidarlo todo cuando se produce el cambio de cuerpo llamado muerte. Pero el conocimiento original, que yace en el corazón de cada ser, es nuevamente encendido por el Señor. Esto es lo que se denomina el despertar del conocimiento, ya que en efecto se está despertando de la inconsciencia. El Señor dirige este despertar en cada detalle, de modo que en la vida diaria se verán varios niveles de conocimiento en diversos seres. Este conocimiento espiritual y absoluto tiene su origen en Dios.
Dios existía antes de la creación y, por tanto, sus palabras son vibraciones sonoras puramente espirituales. El sonido espiritual es totalmente diferente del sonido material. A los que lo buscan sinceramente, Él les da conocimiento y comprensión para que puedan conocerlo como es. Dios se revela sólo a aquellos que se rinden a Él y le sirven con amor y devoción. Para todos los demás, por ejemplo los ateos, se reserva el derecho de permanecer velado.