Logos 56
El Bendito Señor dice: «Cuando un hombre se libera de los miles de deseos materiales creados por su mente, cuando se satisface en su verdadero ser, es plenamente consciente de su identidad espiritual.»
Aquel que ya no se ve afectado por las tres formas de sufrimiento aquí en la tierra (las causadas por el cuerpo y la mente, las causadas por otros seres vivos, las causadas por los elementos de la naturaleza; el huracán, el terremoto, el frío, etc.), que ya no está intoxicado por las alegrías de la vida, que ha dejado el apego, el miedo y la ira, es considerado un hombre sabio con una mente firme.
Aquel que, libre de todas las ataduras, no se regocija en la felicidad más de lo que se aflige en la infelicidad, está firmemente establecido en el conocimiento absoluto.
Aquel que, como una tortuga que retrae sus miembros en lo profundo de su caparazón, puede separar los sentidos de sus objetos, ese posee el verdadero conocimiento.
Logos 57
El Señor Supremo dice: «Libérate de todos los actos materiales mediante el servicio devocional, absórbete en él y no busques disfrutar de los frutos de tus actos. “Codiciosos” son los que aspiran a los frutos de sus actos.»
El servicio devocional puede, en esta vida, liberar a uno de las consecuencias de la acción, buena o mala. Esfuérzate por alcanzar el arte de actuar en unión con Dios. Absorto en el servicio del amor y la devoción, el sabio se refugia en el Señor y, renunciando a los frutos de sus acciones en este mundo, se libera del ciclo de muertes y renacimientos repetidos. De este modo, alcanza el estado que está más allá del sufrimiento.
Cuando tu mente haya atravesado el espeso bosque de la ilusión, todo lo que hayas oído, todo lo que puedas oír todavía, no tendrá ninguna importancia para ti.
Cuando tu mente ya no se distraiga con el lenguaje florido de las escrituras, cuando esté toda absorta en la realización espiritual, entonces estarás en unión con el Ser Divino.